Olivares no reconoció, pero tampoco desmintió, tener conocimiento de que el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, haya pensado en él para ocupar el cargo. La decisión definitiva está en manos del Consejo de Ministros, que se reúne mañana, y Olivares suena como uno de los nombes más probables.

"Estoy muy a gusto en Castilla y León, realizando un trabajo que me apasiona", señaló el delegado del Gobierno, "pero estoy dispuesto a asumir cualquier otra responsabilidad".

Olivares, burgalés de 40 años, soltero y químico de profesión, llegó a la Delegación de Gobierno castellano-leonesa hace apenas un año procedente de la Delegación de Gobierno de Extremadura. Previamente ocupó sendos cargos en el Ayuntamiento de Burgos y el Gobierno Civil de Avila, y en Valladolid ocupó el uesto de Arsenio Lope Huerta, cuando éste fue destinado a la Delegación del Gobierno de Madrid.

Sobre la previsible destitución de Carlos Conde-Duque, los sindicatos de policía castellano-leoneses son unánimes a la hora de mostrarse satisfechos.

"Sentimos decirlo", afirmó hoy el secretario regional de Acción Sindical de la Asociación Nacional de Policía Uniformada, (ANPU), Florentino Díez, "porque es vallisoletano, pero su gestión ha sido nefasta".

"Culpamos de gran parte de la situación actal de la policía al señor Conde Duque y recibimos con agrado al señor Olivares", dijo Díez, "porque su talante ha sido dialogante y ha hecho cosas bastante buenas".

Por su parte, el secretario regional del Sindicato Unificado de Policía, (SUP), Eusebio Campos, señaló que "no nos ha sorprendido que le cesen, lo estábamos esperando, porque hemos denunciado repetidamente las malas formas tanto del director general como del subdirector, señor Linares".