Una delegación del PP compuesta por diputados, senadores y europarlamentarios salió ayer por la mañana del aeropuerto de Madrid en dirección Caracas. Sin embargo, de madrugada, el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, alertó de que estaba “retenida” por “el régimen de Maduro” y exigió su “liberación inmediata”.

Finalmente, fueron expulsados de Venezuela y regresaron a España. A su llegada, el vicesecretario Institucional del PP, Esteban González Pons, explicó ante los medio de comunicación que las tres misiones de este partido que viajaron a Caracas responden a “invitaciones formales de la oposición venezolana para acompañarla el día de las elecciones”.

Comentó que las tres delegaciones escribieron al Ministerio de Exteriores, al embajador de España en Caracas y a los embajadores de Venezuela en Bruselas y en Madrid para explicarles que habían sido invitados como acompañantes y ninguna recibió “negativa para acudir como acompañantes electorales”.

“No tenemos una orden por escrito de deportación, ni las razones ni las casusas, y la razón ha sido absolutamente arbitraria”, apuntó Pons, quien no quiso entrar en detalles de “cómo nos han tratado” ni describir qué motivos alegaron para expulsarles, porque “les producirían a todos sonrojo”, ni “en qué circunstancias” se les dijo que no eran admitidos y “se nos deportaba del país”.

CRÍTICAS AL GOBIERNO Y A ZAPATERO

A su vez, Pons aseguró que el embajador de España “hizo mal no estando presente, no acudiendo a amparar a nueve compatriotas” suyos “sometidos a la arbitrariedad de un poder dictatorial”. Además, aseguró que el Ministerio de Asuntos Exteriores “se equivoca” poniéndose “de parte de Maduro”, por lo que “Albares debería rectificar inmediatamente”.

Al mismo tiempo, aseguró que es “indecente” e “inaceptable” la actitud del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, quien será observador en las elecciones de Venezuela, ya que vio como “nueve compatriotas suyos” eran “maltratados y expulsados” de ese país y él estaba “disfrutando de las mieles de la amistad de Maduro”.

Recordó que en la oficina en la que fueron deportados exigieron que se personara Zapatero como observador internacional y ayudarles, pero “la respuesta que recibimos del director de inmigración chavista” fue el expresidente del Gobierno “tiene cosas mejores que hacer, no está interesado en ir a ayudar”.

“Si este fin de semana el Gobierno de Maduro hace algo que conduce a lo que nadie quiere, Zapatero será directamente corresponsable”, apuntó Pons, quien explicó que su partido exigirá en el Parlamento Europeo “reciprocidad de trato para los chavistas” y que esta dirigencia venezolana “sea inadmitida hasta el día de la victoria de la oposición”.

“CÓMPLICE” DE MADURO

Por su parte, el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Miguel Tellado, denunció este “viaje frustrado por las autoridades chavistas” que duró 20 horas. Incidió en que la labor de su formación “no era participar en una misión de observación, sino de acompañamiento a una candidatura que lucha por la democracia en un país hermano como es Venezuela”.

Según Tellado, este domingo Venezuela “se juega mucho”, se juega “una transición hacia una democracia real”, porque hoy “no” lo es. Prueba de ello es que “nosotros hemos sido expulsados del país”, dijo, al tiempo que añadió que es “tremendamente grave que Zapatero se preste a dar apariencia democrática a algo que no la tiene”.

Señaló que es “tremendamente preocupante” que Zapatero “contribuya a dar apariencia de legalidad, de democracia a todo este proceso” y acusó al expresidente del Ejecutivo de ser “cómplice del régimen chavista”. Destacó que pudo estar en el aeropuerto “defendiendo la entrada de representantes de los españoles en ese país”, pero “no lo hizo”.

Aclaró que el Gobierno “sabía que acudiríamos a Venezuela a apoyar la candidatura de Edmundo González y de María Corina”, de hecho, hace una semana “le remitimos una carta a Albares explicándole que acudiríamos a Caracas a apoyarles”, sabía “que no íbamos en calidad de observadores de nada”.

“Qué valientes son los miembros del Gobierno con los dictadores muertos y qué sumisos son con los dictadores vivos”, criticó Tellado. Finalmente, lamentó que la izquierda en España “prefiera una dictadura de izquierdas antes que un Gobierno democrático de derechas, eso es lo que está pasando en el equipo del señor Sánchez”.