El plan, que ha sido puesto en marcha por tercer año cosecutivo, comprende la distribución de los efectivos especiales en función del grado de conflictividad apreciado en los colegios, incidiendo sobre todo en las hora de entrada y salida de los niños, según informó la Delegación del Gobierno.

Durante el pasado curso escolar, los agentes de la Policía Nacional controlaron un total de 317 colegios, efectuando 2.690 servicios de vigilancia, 179 identificaciones de personas sospechosas -de las cuales 4 fueron detenidas- e intervinieron también en 956 actuacines de diversa índole.

Este dispositivo de vigilancia se suma al dispuesto por la Policía Municipal, cuyos agentes de la Unidad de Vigilancia Administrativa (UVA) realizarán servicios de seguridad en los alrededores de los colegios, para controlar a los "camellos" que actúen en las inmediaciones.