El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Antonio Aunción, considera que la ubicación de Zuera, a mitad de camino entre Huesca y Zaragoza, ha sido el factor determinante al optar por ese emplazamiento.

El nuevo centro carcelario acogerá una población reclusa de 1.000 personas y sustituirá a las actuales prisiones de Huesca y Zaragoza. Constará de 14 módulos que darán cabida cada uno de ellos a 58 reclusos.

La decisión de la Administración ha generado ya las primeras reacciones entre los medios de la coordinadora anti-cárcel de Zuera.

"Nosotrs vamos a oponernos con todos los medios a nuestro alcance. A partir de ahora, tenemos el toro delante y hay que cogerel capote y salir a torear", aseguró José Manuel Villar, miembro de la coordinadora anti-cárcel.

El boicot a las obras se plantea como primer lance de esa campaña de oposición, una vez confirmada la decisión adoptada en Madrid con el visto bueno de los alcaldes de Zuera y Ontinar.

José Manuel Villar consideró que, teniendo enc uenta que las obras de construcción son algo que hayque desarrollar desde el principiohasta el final con unas mínimas condiciones de tranquilidad, "simplemente, se pueden alterar esas condiciones y esa tranquilidad".

"El no dejar trabajar a una persona", explicó más adelante, "es lo más fácil del mundo, incluso sin violencias ni nada. Ssolamente, se trata de no dejarle trabajar".

El mismo representante de la coordinadora informó que la decisión de Instituciones Penitenciarias cogió por sorpresa a los habitantes de Zuera y no ha sido bien acogidapor practicamente nadie.

"La población de alrededor", concluyó Villar, "ha estado completamente en contra. Si se va a seguir la tónica de `lo que digo, lo hago`, no sé hasta qué punto tanta democracia y tanta leche pueden ser verdad".