Según informó International Airlines Group (IAG) a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), dicho déficit ascendía a 2.400 millones de libras esterlinas a 31 de marzo de 2018.

La reducción del déficit entre 2018 y 2021 se ha debido principalmente a las aportaciones realizadas por British Airways entre abril de 2018 y septiembre de 2020 por valor de 1.300 millones de libras y al rendimiento superior de los activos con respecto al tipo de descuento anterior, compensado en parte por el impacto de una reforma del Gobierno británico.

IAG destaca que desde el 31 de marzo de 2021, el nivel de financiación del plan de pensiones ha mejorado considerablemente hasta el punto de que NAPS se encontraba en superávit utilizando la misma base que la valoración de 2021 y sigue arrojando un superávit a 6 de diciembre de 2022.

Esta mejora del nivel de financiación se ha debido en gran parte al aumento del rendimiento de los bonos del Estado del Reino Unido, lo que ha incrementado el tipo de descuento aplicado a las obligaciones del plan de pensiones, junto con un rendimiento relativo positivo de la cartera de activos del plan.

Debido al mecanismo de protección contra sobrepagos, British Airways no espera tener que hacer contribuciones al NAPS en un futuro previsible.

El acuerdo contempla que British Airways no pagará dividendos en 2022 y 2023 y habrá una contribución equivalente del 50% a NAPS si se paga algún dividendo en 2024.

Después, los dividendos se limitan al 50% del beneficio después de impuestos antes de partidas excepcionales en 2025 y los dividendos que superen esta cifra requerirían pagos adicionales a NAPS si el nivel de financiación no es de al menos el 100%.

Además, para poder pagar un dividendo, British Airways debe mantener un nivel mínimo de efectivo de 1.600 millones de libras esterlinas después de que se haya pagado cualquier dividendo y contribución complementaria.