Durante el pasado año, España compró en el exterior productos agroalimentarios por valor de 1.183.880 millones de pesetas, 182.062 millones más que en 1990, frente a unas ventas en el extranjero de 987.804 millones, 131.026 millones superiores a las del año precedente.

Las importaciones de productos animales alcanzaron un valor de 433.802 millones, mientras que las exportaciones sumaron 108.343 millones.

Por su parte, las ventas de productos vegeales y grasas se elevaron a 607.418 millones, frente a unas compras en el extranjero de 373.987 millones, lo que arrojó un superávit de 233.431 millones.

Respecto a los productos alimentarios elaborados y el tabaco, incluidas las bebidas, el déficit comercial español en 1991 fue de 104.048 millones de pesetas, consecuencia de unas importaciones de 376.091 millones y unas exportaciones de 272.043 millones.

Como resultado de estas cifras, el índice de cobertura de la balanza comercial agroalimentara española perdió 2,2 puntos porcentuales, al pasar del 85,6 por cien registrado en diciembre de 1990 al 83,4 por cien en el mismo mes del año pasado.

La Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) hizo público hoy un comunicado en el que valora negativamente el déficit comercial del sector, a pesar de ser "en teoría uno de los más beneficiados por la liberalización del mercado exterior ante ante nuestro integración en Europa".

La FIAB recalca que el superávit registrado en el comerio de productos vegetales "no pudo compensar el fuerte deterioro registrado en el de productos animales, cuyo índice parcial de cobertura es sólo del 25 por cien, es decir, que por cada peseta que se exporta se importan cuatro".

También califican de "preocupante" el nivel de cobertura comercial de los productos transformados por la industria alimentaria, que tras una ligera recuperación en 1990, volvió a descender en 1991 hasta situarse en el 72,3 por cien.