En declaraciones a Servimedia, Castañón reconoció que la ODS tiene conocimiento "todos los meses" de casos como el del almirante jefe de la Zona Marítima del Cantábrico, Francisco Rapallo, que el sábado pasado celebró la boda de su hijo en el edificio de la Capitanía General de la Zona, en Ferrol, y recurrió a marineros de la Armada para servir el banquete.

"Esto venía pasando con el sistema militar obligatorio, pero es aún más grave que siga ocurriendo una vez qe ya se ha producido la profesionalización total de las Fuerzas Armadas. Estas prácticas son propias de otro tiempo", dijo.

Según sus datos, en los últimos años se ha producido una convocatoria "desproporcionada" de plazas en el Ejército para puestos relacionados con la hostelería mientras que en otras áreas existe una "saturación" de trabajo y de guardias por falta de personal, lo que provoca un "desequilibrio".

Castañón señaló que "lo lógico" sería que las Fuerzas Armadas externalizasen los sericios de hostelería y contratasen a empresas privadas para llevar a cabo este tipo de trabajos, lo que atajaría de raíz el problema.

La Oficina del Defensor del Soldado ha trasladado la información que dispone sobre estos casos al Ministerio de Defensa y a la Fiscalía del Ejército, sin que se hayan tomado medidas para evitarlos. "Lo más preocupante de todo esto es que el Ministerio dice que esto es normal y, encima, da cobertura a estas prácticas", apostilló.