Según informó la Oficin del Defensor, Bactus intentó entrar en España desde Nigeria, primero a través de la frontera italiana y después por la frontera bgelga. En los dos casos le fue impedida la entrada en "territorio Schengen" y fue devuelto a Nigeria, donde viajó para visitar a su familia de origen.

Finalmente, en Mauritania, la intervención del embajador de España en ese país, a requerimiento del Defensor del Pueblo, permitió que Bactus lograse la documentación necesaria para su entrada en España, a través de Canarias. El Defensor del Pueblo recibió hace dos meses una llamada de teléfono de la organización SOS Racismo en la que se le solicitaba que interviniera para que le permitiera a Bactus viajar a España desde Bruselas, ciudad en la que se encontraba retenido por las autoridades belgas.

La Oficina del Defensor solicitó la colaboración de la policía española para que intercediera ante la belga y autorizaran el viaje a España del ciudadano nigeriano. Sin embargo, las dudas "razonables" sobre su identidad llevaon a las autoridades belgas a devolver a Bactus a Lagos (Nigeria).

Desde entonces, Alvarez de Miranda hizo gestiones con la embajada española en Lagos y con la Comisaría General de Documentación y Extranjería para lograr que mediante la impresión de la huella dactilar de Bactus se lograse su plena indentificación, y con ello la autorización correspondiente para su entrada en nuestro país.

Según esta institución, las dificultades de comunicación con Nigeria alargaron la espera para la vuelta del cudadano liberiano. El pasado fin de semana el embajador de España en Mauritania facilitó la documentación a Bactus que le permitió continuar su viaje a España.