Según dijo Urra a Servimedia, "es una buena ley que devuelve mucho la justicia a la sociedad. Muy educativa, se olvida el ojo por ojo y el diente por diente y se busca la responsabilidad del muchacho, pero también del entorno. Además, entiende que hay que darle una posibilidad al menor de reintegrarse en la sociedad".

El texto aprobado por la Comisión de Justicia e Interior preseta pocas novedades respecto al proyecto de ley elaborado por el Gobierno. Eleva en un año, de trece a catorce, la edad mínima de la responsabilidad, y suprime la mención a los delitos de terrorismo como hechos de extrema gravedad merecedores de la máxima sanción, por entender que es el juez el encargado de dictaminar las circunstancias y la gravedad de los hechos.

Tiene 14 medidas distintas, desde la simple amonestación hasta el régimen cerrado, "lo cual es muy positivo porque el juzgador va a tener mchísimas posibilidades", explicó Urra. También valoró que la ley deja todo el procedimiento en manos del ministerio fiscal, "lo que me parece muy acertado". "Un niño tiene un pasado y todo eso hay que valorarlo para evitar la reincidencia", argumentó.

En su opinión, esta ley, "buenísima", "de las mejores que hay en el mundo", necesita medios económicos "importantísimos", medios humanos "muy grandes". "Hacen falta más jueces, más fiscales, pero, sobre todo, hacen falta más equipos técnicos en los juzgaos y fiscalías y más educadores, psicólogos y trabajadores sociales en los barrios. Eso es fundamental", subrayó.

El único pero que puso Urra a esta ley es el título de "ley de responsabilidad penal juvenil", que "es horroroso y un error". En este sentido, abogó por un título corto, claro y que se entiende bien, como el de "ley de justicia juvenil".

Por último, aplaudió que se suprima la mención a los delitos de terrorismo. "Una ley se hace para todo el Estado español y para todos los jóvenes, y o hay que ir pensando en hechos puntuales que dejen unos interrogantes luego ante el juzgador", concluyó.