"El juego es una forma de aprendizaje en valores, conducta y habilidad; y los juguetes son una factoría de ilusiones y de sueños, que deben servir para que los niños aprendan a relacionarse con el mundo que les rodea", señaló.

El Defensor del Menor subrayó la importancia de que los adultos dediquen el tiempo necesario para realizar na adecuada selección de los juguetes que regalarán el Día de Reyes.

"Se trata de una elección de suma importancia, que bien merece que le prestemos el tiempo y la atención precisos. Los adultos no sólo deben reflexionar sobre qué artículos son los más adecuados para regalar a niños y adolescentes, sino que deben hacer meditar a los menores sobre las peticiones que realizan, tratando de que no se dejen influir por el bombardeo publicitario. Ni los niños deben pedir por pedir, ni los adultos regalar po regalar", añadió.

A su juicio, "es esencial formar a los niños y adolescentes en el consumo responsable, inculcándoles, además, criterios de selección basados en aspectos de calidad, conservación del medio ambiente y respeto a los derechos humanos, tanto en la fabricación como en la temática de los juguetes".

Además, recordó la conveniencia de comprar un número razonable de artículos, ya que el exceso puede convertirse en un factor contraproducente para la educación del niño. Los juguetes deben demás incentivar a los niños a compartir actividades con otros menores y estimular la imaginación y los sentimientos, la habilidad manual, el lenguaje, la convivencia y la afectividad.

Por último, el Defensor del Menor ha insistido en la necesidad de comprobar las recomendaciones relativas a la edad que se incluyen en los juguetes y de verificar que los artículos que se adquieren cumplen todas las normas de seguridad en cuanto a diseño, materiales, piezas y etiquetado, puesto que ésta es la garantía d que han pasado los controles pertinentes.