No obstante, elogió la persona y cualidades de Landelino Lavilla, que ha rechazado ser Defensor del Pueblo, y aseguró que le parecía un "espléndido candidato".

Ruíz-Giménez, en la actualidad presidente de Unicef-Españ, mostró su preocupación por la situación de interinidad que ha atravesado la institución que él dirigió durante cinco años.

"Despache", recuerda, "más de 200.000 quejas con mis dos adjuntos y el resto del equipo. Cualquier circunstancia que no favorezca el funcionamiento de la institución me apena".

El ex Defensor del Pueblo dijo que no encuentra razón alguna que impida acceder al cargo definitivamente a Margarita Retuerto, que fue adjunta suya cuando ocupó el cargo, al igual que Alvaro Gil Robls.

No obstante, manifestó que si los distintos grupos parlamentarios no votan esa opción, la persona que elijan debe ser independiente. "Deben pensar", explicó, "que la institución del Defensor exige por encima de todo independencia".

Joaquín Ruíz-Giménez señaló que no es necesario que el cargo lo ocupe un jurista, "puede ser también un médico o un ama de casa", siempre que "no esté vinculada a la dirección o a puestos directivos importantes de un partido político".