El Ministerio de Defensa rebaja por tanto en 6.000 efectivos sus previsiones de gasto para las plantillas de las Fuerzas Armadas, toda vez que la cifra real de soldados era muy lejana a la establecida en los Presupuestos Generales.

Por ejemplo, al final de 2002 había 72.000 soldados y marineros profesionales, mientras que la reserva establecida en los Presupuestos era para 86.000 militares. Y entre enero y junio de este año, esacifra sólo se había incrementado en 600 soldados, cuando la previsión contemplaba un crecimiento de hasta 14.000 para todo el año.

La Revisión Estratégica de la Defensa, acordada entre el Gobierno y el PSOE, ya renunció a finales del año pasado a fijar un número de efectivos necesarios para el correcto funcionamiento de las Fuerzas Armadas, emplazando a que sea el Parlamento, a través de la Ley de Presupuestos Generales del Estado, el que fije anualmente el número máximo de efectivos.

A esta concusión se llegó tras considerar excesivo el número de entre 102.000 y 120.000 soldados establecido por el Parlamento en el año 2000.