Según las declaraciones de la enfermera, recogidas por el canal británico "Sky News", una vez en Medjugorje, los soldados españoles le ofrecieron pan y yogures, pero se negaron a permitirle el acceso al recinto militar con los evacuados.

En un comunicado hecho público hoy, el Ministerio de Defensa reconoce que en la noche del día 31 la enfermera s presentó en el cuartel general de la "Agrupación Canarias" con la ambulancia en la que viajaban los dos niños, soliciando que fueran hospitalizados allí.

Agrega que personal de Sanidad Militar reconoció a los dos menores, "pero, ante la gravedad de sus heridas y dado que en Medjugorje no existe un hospital militar, se recomendó su traslado urgente a un hospital civil que dispusiera de las instalaciones adecuadas".

"No se consideró prudente traslardales a Dracevo, donde está ubicado el hospital d campaña del batallón español, ya que se encuentra más al este y sólo dispone de medios para tratamientos inmediatos, siendo en todo caso imprescindible llevarles a un hospital civil en Split", agrega la nota.

Para Defensa, la agrupación hizo "todo lo posible, como ya ha hecho en numerosas ocasiones anteriores, para atender a los heridos, pero difícilmente podía acceder a la petición de la Sra. Becker cuando no cuenta con un hospital militar en Medjugorje".

El departamento que dirige Julián Garcí Vargas destaca, además, que periodistas españoles presenciaron todo lo ocurrido "y en ningún momento expresaron críticas a la actuación de los 'cascos azules'".

El comunicado concluye diciendo que "en todo caso es lamentable que una persona individual como la Sra. Becker, llevada sin duda por la mejor voluntad, dé origen a frecuentes incidentes de este tipo por su actuación espontánea, no organizada y al margen de las organizaciones internacionales, tratando de resolver problemas aislados con deseos e notoriedad ante los medios de comunicación".

Por otra parte, fuentes del Ministerio de Defensa indicaron a Servimedia que la veintena de "cascos azules" que permanecen en Mostar para comprobar el cumplimiento del alto el fuego entre croatas y musulmanes pernoctó por segunda vez en la capital de Herzegovina sin que se registrasen incidentes.