Para llevar a cabo este convenio, el Ejecutivo destina 127.600.000 euros, que se extiende entre los años 2012 y 2016, ya la vez concede un crédito de 110.000.000 a Hisdesat para la creación del satélite que se encargará de desarrollar dicho proyecto.

En la actualidad, el Ministerio de Defensa cuenta con sistemas ópticos de observación de la Tierra que satisfacen sólo parcialmente la necesidad operativa de obtención de imágenes. Estos sistemas deben estar complementados con otro que proporcione imágenes en el espectro radar, captadas por sensores de apertura sintética (SAR).

La justificación para este convenio es que el nuevo sistema utiliza sensores activos que permiten la toma de imágenes día y noche, y en cualquier circunstancia meteorológica.

La empresa desarrollará e implantará un sistema de Observación de la Tierra con tecnología SAR y pondrá a disposición de Defensa los datos requeridos y proporcionados por el satélite, con la garantía de que el sistema se diseña, desarrolla y construye conforme a los requisitos operativos y de servicio especificados por dicho Ministerio.

Hisdesat está participada mayoritariamente por Hispasat e INSA, y tiene como objeto social la adquisición, operación y comercialización de sistemas espaciales de aplicación gubernamental y el establecimiento de acuerdos con otras entidades en ese mismo ámbito. En la actualidad, Hisdesat está operando con éxito dos satélites de uso gubernamental: Spainsat y Xtar.

Destaca que la devolución del crédito se realizará en el período 2013-2018, aunque, si el proyecto desarrollado fracasara por razones técnicas en el lanzamiento del satélite al espacio o en el transcurso de su vida útil nominal (cinco años desde el lanzamiento), esta empresa estará obligada únicamente a devolver al CDTI el 25 por cien del valor de los activos que quedaran en su poder en el momento de producirse dicho fracaso, según el Gobierno.

El desarrollo de este aparato basado en tecnología radar resulta necesario para la protección de los intereses esenciales de la seguridad nacional.

Junto a la construcción prevista de otro satélite basado en tecnología óptica se amplían las ventajas de independencia y soberanía en la obtención de datos para la ordenación del territorio, monitorización de la desertificación o desastres naturales, así como seguridad y control de fronteras; liderazgo internacional y generación de importantes oportunidades de cooperación, especialmente en Europa e Hispanoamérica.

Asimismo, se facilita la capacitación tecnológica para la industria española para desarrollar una misión espacial completa, desde la fabricación del satélite hasta su explotación y el desarrollo de aplicaciones.

El Ejecutivo estima que, sólo con el satélite óptico, se crearán en España alrededor de 600 empleos directos en la industria responsable del satélite y unos 200 empleos directos adicionales para desarrollo de aplicaciones, en la industria y universidades.

Además, a largo plazo se pueden generar empleos indirectos en un número superior en diez veces a los empleos directos creados durante la fase de desarrollo.