Precisamente, un informe del Ministerio de Defensa revela que los militares profesionales que pagan con su propio dinero sus comidas diarias se alimentan "insufiientemente".

Por este motivo, Defensa ya ha elaborado un presupuesto que, en el caso de asumir el gasto alimentario de todo el Ejército, supondría una inversión de 20.800 millones de pesetas al año para un Ejército profesional formado por 130 mil hombres y mujeres.

En la segunda opción propuesta por Defensa de que el futuro Ejército esté constituído por 100.000 soldados, el coste ascendería a 16.000 millones de pesetas anuales. En ambos casos, una cifra inferior a la actual ya que las FAS tendría, siendo profesional, menos efectivos.

En la actualidad, y desde hace poco tiempo, el militar de empleo de las clases de tropa y marinería profesional abona sus gastos de alimentación. Unicamente los soldados de reemplazo son alimentados a costa del Gobierno, lo que le supone un gasto superior a los 20 mil millones de pesetas al año, que en 1998 crecerá ligeramente.

En el nuevo modelo de Ejército profesional se estima que durante el primer año de soldado profesional la alimentación debería ser po cuenta del Estado y para el resto de los años cabrían dos posibilidades: Que abonaran ellos (los soldados) su alimentación o que se les facilitara, ya sea toda la comida o al menos la primera, incluida dentro del horario de trabajo.