DEFENSA ABRE UNA INVESTIGACION PARA AVERIGUAR LAS CAUSAS DEL ACCIDENTE DEL "AVIOCAR" DE MATACAN
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El Ministerio de Defensa ha abierto una investigación oficial para traar de averiguar qué causas provocaron que el "aviocar", que desapareció de la base salmantina de Matacán el pasado día 6, se estrellase contra una estrecha garganta de Umbría del Moro, en la comarca cacereña de las Hurdes, con cinco tripulantes a bordo, cuyos cadáveres pudieron ser rescatados hoy.
Portavoces de ese departamento señalaron a Servimedia que hay que ser "muy prudentes" y no sacar conclusiones precipitadas sobre el accidente.
También explicaron que la zona boscosa donde cayó el bimoto y las negativas condiciones atmosféricas y la espesa bruma reinante en la zona, impidieron que el aparato hubiese sido descubierto con anterioridad, ya que aviones del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) que participaron en la búsqueda, sobrevolaron el lugar en varias ocasiones, sin resultado.
Ayer, fue una patrulla de la Guardia Civil la que divisó los restos del "aviocar" y de sus ocupantes, en uno de los parajes más accidentados de las montañas de las Hurdes.
Tres de los tripulantes yacían fuera el avión, mientras que los otros dos tenían aún puestos los cinturones de seguridad. A primeras horas de la tarde, el juez ordenó que hicieran la autopsia a los cuerpos en la localidad hurdana de Pinofranqueado.
Numerosos trozos de fuselaje del aparato estaban calcinados y dispersos por el paraje, aunque el morro del avión permanecía completo. La titular del juzgado de Plasencia, Belén Maqueda Pérez, quedó encargada del caso.
Según las mismas fuentes, está previsto que la capilla ardiente de los ilitares sea instalada esta noche en la base aérea salamantina, que está menos de dos horas de vuelo de donde aparecieron los restos del "aviocar", y en la que famililares, compañeros y amigos de los fallecidos protagonizaron escenas de dolor.
Los familiares de los militares fallecidos permanecieron en la base de Matacán desde el momento en que les comunicaron la desaparición.
DOCE DIAS
La desaparición quedó registrada de modo oficial en la tarde del pasado día 6, cuando los cinco tripulantes ralizaban un vuelo de instrucción, considerado como rutinario. Habían despegado a las 11.40 horas de la misma base de Matacán.
El último contacto visual del "aviocar" fue a las 13,30 horas de aquel mismo día, en el momento en que sobrevolaba la zona de Santiespíritu y Ciudad Rodrígo, en el suroeste de Salamanca, según informó el coronel jefe del Grupo de Escuelas de la base, Antonio Gea Durán.
El avión "T-12" cruzó a esa hora (unos 60 minutos antes de que tuviera previsto aterrizar en la base) un ensaje por radio con otro aparato de la misma escuela, que ese día también realizaba ejercicios de instrucción.
"Fue un saludo de cortesía, rutinario y habitual, en el que se cruzaron unas breves palabras en las que, por supuesto, no fue transmitida ninguna anormalidad", señaló Gea Durán.
Pese a la intensa búsqueda de los desaparecidos, el resultado negativo ha marcado un hito en la historia de Matacán: sólo en una ocasión, en febrero de 1974, se tardó ocho días en localizar un "E-20" que cayó enel paraje abulense de "El Canchal"y en el que viajaban tres pilotos.
TESTIGOS
Tras conocer el accidente, numerosas personas afirmaron haber visto al avión, pero las adversas condiciones climatológicas impidieron las tareas de rescate.
Según establecen las prácticas, los tres alumnos -los sargentos Angel Baz Duque, Vicente Utrilla Rata y Hernán de Gabriel del Pulgar- tenían que pilotar el avión cada uno durante una hora. Los investigadores no saben quién lo hacía en el momento del accidente.
Durante doce días, las comarcas seranas del sur de Salamanca han sido rastreadas sistemáticamente para tratar de encontrar al avión, en el que viajan, además, el capitán instructor Angel Martín Martín, que tenía 2.000 horas de vuelo, y el subteniente mecánico Vicente Revilla Ruiz, considerado como un "veterano" de la base con 7.000 horas.
(SERVIMEDIA)
18 Mar 1991
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