El auto considera también responsables subsidiarios a la empresa General Electric España, al INSALUD y a la Admnistración General del Estado. Javier Seoane ha fijado además para los inculpados una fianza de hasta 600 millones de pesetas para cubrir posibles responsabilidades.

La directora del hospital Clínico, Rosario Jaquotot; el técnicode General Electric Mariano Compte; la jefe de Enfermería, Pilar Comet; las físicas Esther Millán y Araceli Hernández; los ATS Arturo Munárriz y Carmen García junto a Peña Zarazaga y Montserrat Ayala y los médicos Ramón Bellosta y Paloma López Marín, se sentarán en el banquillo de los acusados en la vista oral por el accidente del acelerador lineal de electrones del hospital Clínico.

En los fundamentos jurídicos, el juez considera aprobado que Mariano Compte, técnico de General Electric, realizó el 7 e diciembre de 1990 una reparación en el acelerador lineal de electrones del hospital Clínico manipulando los controles, de tal forma que se producía irradiación a la máxima potencia, en torno a los 37 megaelectrovoltios, algo que se reflejaba en el medidor de energía, un aparato manipulado por las operadoras y que debía ser revisado diariamente.

A pesar de ello, y según dice el juez en el auto, continuaron los tratamientos a los pacientes, que recibieron sobrerradiación con resultado de muerte en mucos casos y de lesiones en el resto. Según el auto del juez instructor, la instalación era manipulada por varios operadores, entre los cuales sólo alguno poseía la correspondiente licencia.

El juez da ahora un plazo de cinco días a General Electric y a la Administración General del Estado para presentar escrito de defensa, y al INSALUD un plazo de tres días para que comparezca en la causa con representación legal.

Seoane rechaza la resposibilidad en el sinistro del Consejo de Seguridad Nuclear. Ahra será el juzgado de lo Penal correspondiente quien fije la fecha para la celebración de la vista oral.

El accidente del acelerador lineal de electrones se produjo entre los días 10 al 20 de diciembre de 1990. Un total de 27 pacientes oncológicos recibieron tratamiento durante ese periodo, de los cuales 19 han fallecido.