DECOMISADAS 69 ARMAS CORTAS Y LARGAS DE FUEGO Y 3.000 CARTUCHOS EN EL DOMICILIO DE UN VECINO DE TRES CANTOS (MADRID)

- Se trata del mayor alijo de armas de fuego aprehendido en los últimos años en Madrid

- La mayoría son piezas que tienen más de medio siglo, aunque funcionan perfectamente

MADRID
SERVIMEDIA

La policía detuvo en la noche del pasado martes a José Rodríguez Fenández, de 49 años, acusado de traficar con armas de fuego. En su poder encontraron 69 armas de fuego de distinto tipo, 3.000 cartuchos y otros efectos, que constituyen el mayor alijo de armas cortas y largas aprehendido en Madrid en los últimos años.

En el momento de su detención, en un núcleo chabolista cercano a la estación de Chamartín, llevaba dos pistolas y un revólver, así como varias cajas de munición. Pero en su domicilio de Tres Cantos los agentes descubrieron un total de 66 armas de fuego, istolas, escopetas y fusiles principalmente, según informó el comisario del distrito de Usera, Félix Alonso.

Además, Rodríguez Fernández tenía miles de cartuchos de distintos calibres, dos botes de pólvora, cañones de armas de fuego desmontadas y otros útiles. Todo ello estaba escondido detrás de un armario ropero empotrado. El Cuerpo Nacional de Policía está investigando en colaboración con la Guardia Civil la procedencia de cada una de las piezas del arsenal.

La mayoría de las armas son auténtias piezas de museo, como las que hay en el Alcázar de Toledo, pero todas funcionan perfectamente, cuentan con su numeración y estaban acompañadas de abundante munición.

Algunas de las pistolas son del siglo pasado, como 4 de avancarga (en las que se coloca la pólvora y la bala por la boca del cañón). Varios revólveres llevan la marca Colt, de la época del Oeste americano, y entre los fusiles había dos tipo Máuser, anteriores a la I Guerra Mundial.

ARMAS CORTAS

En conjunto, los funcionarios se hn incautado de 32 pistolas, la mayoría de las marcas Llama y Star, incluidas las 4 de avancarga; así como 16 revólveres de las firmas Colt, Santa Bárbara, Tanque, Arana, Smith Wesson, QHC, British Bulldog y ES, de los calibres 36, 38, 44 y 357 magnum.

Además, el detenido tenía 10 escopetas de caza y 10 rifles de diversas épocas, marcas (Máuser, Cetme, Garate, Winchester, Hriegeskorte, Destroyer...) y calibres (22, 45, 7,62, 12...), así como una carabina.

José Rodríguez Fernández también guardaba n el 'zulo' 3.000 cartuchos de distintos calibres, 2 cajas de pólvora negra, 11 cañones de arma corta, 3 cerrojos de armas largas, empuñaduras de pistola y revólver y otros efectos de menor importancia.

Rodríguez Fernández carece de antecedentes policiales y niega su implicación en el tráfico de armas. Casado y con hijos, trabaja en el mantenimiento de un hospital madrileño. Posee licencia de armas (es socio del Tiro Nacional), pero ésta sólo le faculta para tener cinco armas. En las próximas horas seá puesto a disposición judicial.

Desde hacía un año, el Grupo II de Delincuencia Urbana estaba tras la pista de traficantes de droga y armas. Algunos narcotraficantes detenidos tenían en su poder armas cortas, además de los estupefacientes.

CHAMARTIN

En uno de los servicios, los agentes encontraron indicios sobre un asentamiento chabolista próximo a la estación de ferrocarril de Chamartín, donde podría traficarse con droga y armas.

Desde finales de enero intensificaron la vigilancia y, ant la fundada sospecha de que iba a producirse un pase de droga, la policía solicitó al juez de guardia dos órdenes de entrada y registro.

Minutos antes de llevarlos a cabo, los funcionarios observaron la llegada de un automóvil R-19 blanco, ocupado por un hombre. Este se acercó a las chabolas y entró en contacto con sus moradores.

Los policías no esperaron más: interceptaron el vehículo e identificaron al conductor, José Rodríguez Fernández, que llevaba dos pistolas y un revólver, así como varias ajas de munición.

En su domicilio de Tres Cantos, los agentes encontraron algunas pistolas antiguas y de colección colgadas de las paredes, pero en perfecto estado de funcionamiento. Una inspección exhaustiva permitió descubrir el arsenal con el resto del polvorín, que se encontraba perfectamente camuflado tras un panel de madera de un armario ropero empotrado.

(SERVIMEDIA)
10 Mar 1994
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