/////DECLARACIONES DE ESCAMEZ SOBRE EL CASO FILESA
- El ex presidente del BCH, descarga toda la responsabilidad sobre sus subordinados, incluido el desparecido Broseta
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"No se de donde sale esta especie de campaña contra mi persona. Es un auténtico ensañamiento", ha declarado en una entrevista aServimedia el presidente de Cepsa, y ex presidente del Banco Central Hispano (BCH), Alfonso Escámez, llamado a declarar como inculpado en el "caso Filesa" por el juez Marino Barbero, ante quien deberá presentarse el próximo jueves.
Escámez, ante su próxima comparecencia ante Barbero afirma no sentirse preocupado: "Que pase lo que tenga que pasar. Yo no he tenido ninguna intervención en eso. Coincide esta éopoca con la de los Albertos y la fusión con Banesto. Lo de los Albertos no fué una cosa espontnea. Fueron sencillamente los instrumentos por los que se pretendía que yo me fuera, que era el auténtico fin".
En esta línea y aludiendo al probable significado último del "caso Filesa" (de supuesta financiación irregular del PSOE), Escámez advierte que "yo no tenía ninguna deuda de gratitud con éstos, como para regalarles ni un duro, y no lo he hecho nunca".
Respecto a sus relaciones con los socialistas, Escámez afirma que "no les gustaba, quizás porque era independiente, o porque cumplía con m deber y trataba de hacerlo lo mas recto posible, así que me colocaron el sambenito de que era viejo y no servía para estas situaciones". Irónicamente, Escámez comenta que "a lo mejor, los banqueros adecuados para esta situación son los que vienen ahora con la ingeniería financiera".
Lo único que preocupa a Escámez de la próxima cmparecencia ante el juez, según sus declaraciones a Servimedia, es "el espectáculo, porque cuando yo aparezca por allí va a ser como las procesiones de Andalucía, con cámaras micrófonos, etc".
Junto a él han sido citados otros siete directivos de empresas que supuestamente habrían pagado dinero a Filesa por encargar unos estudios que, en su mayoría, no han podido ser presentados al juez.
El fiscal del caso, Antonio Salinas, ha solicitado la comparecencia, además de Escámez, de Eugenio Marín, consejero delegado de Cepsa; Felipe Benjumea, ex presidente de Abengoa y consejero del BCH; Miguel Angel Olalla, director de relaciones indsutriales de Abengoa; Julio Calleja, expresidente de Asea Brown Broveri (ABB), José Molina, ex presidente de Enasa; Francisco Javier Iglesias, vicpresidente de Elsan; y Diego Ramos, ex gerente de Camunsa.
Otros responsables de empresas, que en su día fueron llamados a declarar, no han sido reclamados esta vez por Marino Barbero. Entre esas empresas, que presuntamente también pagaron a Filesa por informes, están el Banco Bilbao Vizcaya, Pryca o Fomento de Construcciones y Contratas, de las hermanas Koplowitz.
UNA COMISION QUE ACTUABA CO TOTAL INDEPENDENCIA
El anterior presidente del Central Hispano advierte en la entrevista concedida a esta agencia, que "cuando se producen todos estos hechos, la comisión que tenía el banco, y que actuaba con total independencia, estaba compuesta por Juan Manuel Echevarría, Julián Martínez-Simancas y los letrados del departamento jurídico".
"Por su parte", añade, "externos estaban Girón Tena, catedrático de Derecho Mercantil; Gonzalo Rodríguez Mourullo (abogado actual de Mariano Rubio), Alfonso reba, Isidro de la Fuente y Manuel Broseta -asesinado por ETA-. Ese era el equipo jurídico".
Junto a ellos, según el testimonio de Escámez, figuraba "el equipo de asesoramiento financiero-industrial, donde estaban "Luis Blázquez, José Luis Del Valle, Juan Ignacio Muñíz y el consejero delegado (Epifanio Ridruejo). Es decir, catorce o quince personas, que eran los que estaban sobre todos estos temas, informes y estudios".
Escámez afirma que este grupo de personas, dirigidos por Manuel Broseta "el cordinador y mi hombre de confianza" fueron los que solicitaron los desaparecidos informes a Filesa (por los que el Banco Central pagó 204 millones de pesetas): "Yo lo que hice fue que, cuando se me consultó sobre estos informes autoricé, no ordené, que se pagara, en el supuesto de que fueran conformes. Ellos serán los que tengan que responder".
"Este cuerpo jurídico fué el que decidía todo este tipo de cosas, como llevó, aunque fue decisión de Conde, la ruptura con Banesto. La Comisión seguiría funcioando hasta el año 91, con la fusión con el Hispano", momento en el que se disolvió.
Preguntado sobre quién fue la persona concreta de esta comisión que solicitaron los informes de Filesa, Escámez manifiesta no saberlo ni quiere caer en la tentación de acusar a quien no puede defenderse, pero "lo sorprendente es que me llaman a mí, al que paga, no al que cobra. Además, hay otras empresas a las que no se ha llamado".
"Creo que me consideran una especie de mutilado de guerra, al que llaman para ver i dice alguna barbaridad".
EL CASO MACOSA
Escámez no se considera bien tratado, tras unavida de servicio a la banca, no sólo por el caso Filesa, sino pòr toda su actividsad eal frentedeun grupo mitad financiero mitad industrial: "Cuando no es Filesa es Macosa. Fíjese usted en el caso Macosa, una de las operaciones de las que más orgulloso me siento. Y es curioso, porque no soy yo el artífice de la operación, sino don Luis Blázxquez. Lo digo porque como siempre me señalan, para lo malo y para lo buen, justo es que cada cual se apunte sus méritos".
"Gracias al Banco Central, en Macosa se salvaron 1.000 puestos de trabajo, se consiguió la fusión con la Marítima Terrestre de Barcelona, del INI, y se constituyó una compañía mucho más sólida, se evitó una suspensión de pagos y se han salvado intereses de las operacones comerciales previstas".
Escámez afirmó que este proceso constó al Banco Central que él presidía, condonar 1.400 millones de pesetas. "No reclamamos 1.400 millones de pesetas en inereses, los intereses vencidos hasta el acuerdo con la empresa, que consistía en no reclamar esos intereses si eran capaces de llevar a la sociedad a buen fin, evitando la suspensión de pagos, echar a gente a la calle, lograr la fusión".
"La operación termina felizmente y la compañía se pone en contacto con nosotros, para decirnosque tinen contabilizados como pérdidas los 1.400 millones de pesetas y nospreguntan que si lo vamos a reclamar. Les decimos que, puesto que han cumplido el plan de saneamieno les decimos que no. Pero !ojo!, que esa cantidad aparece en las cuentas de pérdidas y ganancias, en beneficio de los accionistas. es decir, nose las lleva nadie. No se si alguien quería llevárselas, pero nose las llevó".
"Todo es proceso está escrito, y liderado por don LuisBlázquez, como responsable del Grupo. A cambio de ese gran servicio al país, se han publicado presuntas cartas mías, sesgadas, que dan la pariencia de algo irregular. El juez de Barcelona (Luis Pascual Estevill) antes de conocer e caso metió en la cárcel a Eduardo Santos".
"Pese a todo -continúa Escámez. se sigue hablando del Caso Macosa. Y como esto ha ocurrido con todo".
Escámez cita el caso de Unión Naval de Levante, "con la que nada teníamos que ver, pero tenían una deuda que no podían pagar y tuvimos que convertir los créditos en capital y, además, seguir ayudándoles. Gracias a eso se han salvaron 3.000 puestos de tabajo y llevan cinco años trabajando".
El ex presidente del central recuerda que asíse han salvadomuchas empresas "como Altos Hornos de Vizcaya, donde nos obligaron a tomar bonos convertiblesd en acciones por 900 millone,s en una empresas que no se sabía si era pública o privada, peo tuvimos que hacerlo".
"Todos los bancos colaboraron en este tipo de proceso pero más los que estábamos más comprometidos con el desarrollo industrial. No creo que sea mejor el sistema de dejar que las empresas vayan a la quiebra y luego sea el Gobierno o las autonomías quienes aporten un dinero que no se sabe a dónde a".
"No podrán quejarse mis sucesores de que no les he dejado un banco sano y un grupo industrial de primera línea. Una organización que se está enajenando casi toda, y yo me he cuidado mucho de intervenir".
(SERVIMEDIA)
05 Jul 1994
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