Erkizia se remitió a testimonios de terceras personas -a las que no identificó-, que dijeron haber visto heridas en el cadáver. Según el juez, estas personas están actuando como péritos y sacando conclusiones sobre si esas heridas pudieron o no causar la muerte de Juan Calvo, por lo que propuso que acudan a prestar declaración, garanizándoles el anonimato.

Por su parte, Tasio Erkizia dijo que había aportado pruebas testificales importantes para la investigación y se mostró convencido de que en Arkaute hubo malos tratos y torturas contra Juan Calvo.

El dirigente de Herri Batasuna pidió al juez que levante el secreto del sumario para que se conozcan todos los extremos de la investigación, al tiempo que solicitó a todos los fiscales del País Vasco y del Estado que tomen parte activa en este caso, como hacen en otros.

Por e momento, el juez Martínez no tomará declaración a más personas, pues comienza sus vacaciones el 2 de septiembre y espera que a su vuelta, en octubre, pueda contar con todos los informes que ha pedido: los análisis del Instituto Nacional de Toxicología, el historial clínico del fallecido solicitado a los hospitales vascos y el informe de los fabricantes de aerosoles que utiliza la "Ertzaintza". "Sólo entonces", dijo el juez, "se podrán sacar conclusiones".

Juan Calvo Azadal falleció en la madrugada de pasado 20 de agosto en las dependencias de la Policía Autónoma Vasca en Arkaute (Alava), tras ser detenido por robar un taxi en Bilbao. Fuentes próximas a la investigación aseguraron que el gas de un aerosol usado por los "ertzainas" para reducir al detenido pudo provocarle lesiones graves que originaron su muerte.