Aznar, que comenzó recordando las palabras de Gonzalez hace diez años en su investidura como presidente del Gobierno pidiendo que no se buscara para el problema del paro el término "menos agresivo" de desmpleo, acusó al gobierno de desbordar las previsiones del programa de convergencia que cifraban en 2,5 millones el número de parados a finales de 1992, para llegar a los tres milones, dando paso a lo que denominó "la mayor tragedia de la vida española".

La cifra de paro, a juicio de Aznar, evidencia el fracaso de la política económica del Gobierno, que situa a España en una posición más desventajosa que la que existía en 1989, con 500.000 parados menos, lo que llevó a José María Aznar ha afirmar que se trata de "una legislatura perdida".

Aznar increpó a Felipe Gonzalez preguntándole si creía que las medidas propuestas como el reforzamiento de la Sociedades de Garantía Recproca o el acceso a Bolsa de las Pymes es lo que necesita ese segmento de la empresa española, para concluir que con esas medidas se trata de "curar un cáncer con aspirinas".

Sobre las medidas de reforma del mercado laboral el lider del PP preguntó a Gonzalez por qué no las había aprobado teniendo mayoría en la Cámara, y atribuyó al gobierno una "impotencia para reformar el mercado laboral".

El juicio de Aznar sobre la golbalidad de las medidas económicas propuestas por el presidente del Gobiernofue acompañado de una continua referencia a la "desconfianza" que, a su juicio, provoca el actual gobierno, "debilitado, dividido y sin capacidad para tomar las decisiones necesarias".

En este sentido, el presidente del PP enumeró 9 planes distintos propuestos en los últimos 18 meses, con críticas sobre sus incumplimietnos, asegurando que con esta actitud se ha alimentado la desconfianza sobre el gobierno.

Aznar extendió la falta de credibilidad a cuestiones como la continua desviación de los preupuestos, la promesa del gobierno de acabar con el Déficit Público, "que se les ha ido de las manos llegando a los 2 billones 600.000 pesetas"; o la contradicción que señaló al decir que Felepe Goznalez calificó las cotizaciones a la Seguridad Social como "auténtico impuesto contra el empleo" y sin embargo las ha incrementado en los dos últimos años.

La interveción llegó a un punto elevado cuando se refirió al proyecto de Ley de Huelga afirmando que "entró uno en la Cámara y ahora se tramita otro frut del pacto con los sindicatos" y concluyó con la pregunta "a quién se petende engañar a estas alturas?" dirigida a Gonzalez.

BASES DE UNA ALTERNATIVA

Aznar acusó al gobierno de no haber creado un "modelo sostenido y estable de crecimiento" y situar a España como el país con el índice de paro más alto de la CE, el mayor Déficit Exterior, así como el endeudamiento público y el crecimiento de la presión fiscal.

En este punto Aznar afirmó que existe una alternativa a una política económica "que noha servido más que para aumentar el desempleo y que ni siquiera ha sido capaz de mantener la cotización de la peseta".

Dicha alternativa estaría presidida, según José María Aznar por un crecimiento fundado en la capacidad exportadora y el crecimiento de la productividad. En este momento, desde los bancos socialistas se pidió a Aznar que concretara el modelo y éste contestó diciendo que la base sería "potenciar la economía real y no la especulación financiera" lo que provocó, de inmediato, abucheos en os bancos socialistas.

Aznar añadió que este modelo debe llevar al campo a recuperar su importancia, favorecer el ahorro y la inversión, la formación del capital humano y disponer de un sector industrial "dispuesto para competir y no para ser desmantelado cada día".

Al final de su intervención, Aznar hizo una referncia breve al "clima de corrupción" y la necesidad de recuperar la confianza para terminar apelando al interés nacional por encima de los intereses partidistas y solicitó al presidente el gobierno que "no alargue inutilmente esta legislatura y convoque elecciones generales.