Trillo desea que el Dbate sobre el Estado de la Nación "no se focalice sobre los temas que puedan crear mayor tensión entre los grupos, sino que contemple todas las perspectivas de la realidad nacional".

"No sería bueno que sobrevolara la dialéctica parlamentaria de cuando se muestran posiciones tan enfrentadas como las que se mantuvieron en la última sesión de la pasada semana. Sinceramente, no creo que ese deba ser el tono", indicó.

Se reafirmó en las declaraciones hechas este fin de semana al diario "El País", en as que defendía que las responsabilidades políticas por el 'caso GAL' han quedado agotadas con la celebración de las elecciones.

"No he dicho nada nuevo y he mantenido lo que he venido diciendo acerca de las responsabilidades políticas, que deben diferenciarse de las penales. Me ha causado cierto asombro la reacción que ha producido y quizá eso revele que en las últimas semanas el clima de tensión impide ver con claridad ciertas cosas que son elementales", aseguró.

El presidente del Congreso indió que atenderá "con todo agrado" la carta que le va a enviar el portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, protestando por esas opiniones, y expresó su "respeto" por la valoración que sus declaraciones le merezcan al portavoz nacionalista.

Asimismo, aseguró que en este año de presidencia de la Cámara el funcionamiento de la Mesa ha sido correcto, "manteniendo cada uno el criterio que le ha dictado su conciencia, aunque luego se hace una toma de posición conjunta y unitaria".

"Todos hemos considerado quelos retos a los que se enfrenta el Congreso se anteponen a nuestros criterios particulares y hemos defendido el objetivo común de la recuperación del Parlamento y del acercamiento a los ciudadanos. Por ello, yo sólo puedo sentirme satisfecho y expresar mi gratitud a mis compañeros de la Mesa", dijo.

Trillo reconoció que en el momento de su elección como presidente hubo voces en contra por considerar que no tenía el perfil institucional adecuado para ocupar el cargo.

"No fue para mí motivo de extrñeza ni de aflicción que se me recordara con toda justicia que había sido un duro parlamentario en la oposición, puesto que esa era mi obligación, así como la del resto de los grupos el ponerlo de manifiesto y cuestionar entonces si mi talante era el adecuado", dijo.