En una rueda de prensa, Gil Lázaro se mostró "sorprendido" por la exaltación del liderazgo de Rodríguez Zapatero por parte del portavoz socialista, Jesús Caldera, cuando en sus "propias filas esto no se dice", y puso como ejemplo que González, un "maestro en gestos", no acudiera ayer a "afirmar la autoridad" del secretario general cuando "le llueve lo que le está lloviendo".

El diputado popular recalcó que en el PSOE ya se oyen "runrunes" de "desencanto y dasafección" ante Rodríguez Zapatero y u equipo, que ha demostrado su "incapacidad" para formular una alternativa, algo que intenta tapar a ase de "fiereza verbal".

PORTAVOZ "TABERNARIO"

Gil Lázaro tuvo duras palabras para el portavoz parlamentario socialista, Jesús Caldera, de quien dijo que utiliza un lenguaje "tabernario" y "chulesco", y que ha contagiado su estilo "zafio" y "bronco" al resto del grupo. Deploró que llame constantemente "mentiroso" al presidente cuando él, recordó, tiene a sus espaldas la manipulación de un documento sbre el "Prestige".

A esto sumó la polémica suscitada por sus palabras sobre los votos de CiU, que calificó, según ha denunciado el portavoz de este grupo, Xavier Trías, de "puta mierda", algo que denota un "talante fascista", y demuestra que Caldera no respeta los resultados de las urnas.

Estas palabras, prosiguió, acreditan el "talante intelectual" del portavoz socialista, y recalcó que "no está en situación de exigir nada a nadie quien es capaz de decir que los votos de cualquier formación políica, sea grande o pequeña en términos numéricos, son una 'puta mierda".

"MARICONSON"

Por ello, mostró su "solidaridad" con Trías, cuyo testimonio tiene "mucha más solvencia" que el de Caldera, a quien pidió una "profunda reflexión" antes de intentar convertirse en "paladín de la corrección verbal" al sumarse al "montaje" contra un diputado del PP, Francisco Murcia, a quien se acusa de llamar "maricón" al coordinador general de IU, Gaspar LLamazares.

Sobre este incidente, Gil Lázaro explicó que,tal y como ha dicho el afectado, no hubo ningún "improperio" durante el debate, sino que, cuando LLamazares llamó "homófobo" al Gobierno, Murcia replicó desde su escaño que lo único homófobo que había oido son las declaraciones de Fidel Castro, que llamó "mariconsón" a un presentador de televisisión que le gastaba una broma telefónica.

Gil Lázaro agregó a sus argumentos contra Caldera sus palabras respecto a la ausencia de resoluciones sobre vivienda en las propuestas del PP, cuando los tres primeros untos de su texto sobre infraestructuras iban dedicados precisamente a este asunto.

"Esto es un desprecio a los ciudadanos", recalcó, y a los periodistas, y demuestra que Caldera está "preso de sus contradicciones, por decirlo de manera benigna".