Durante el discurso de González, Pérez Mariño mantuvo numerosos intercambios de ipresiones con su compañero de escaño, José Luis Rodríguez Zapatero, a diferencia del resto de diputados socialistas, la mayoría de los cuales tomaron continuas notas sobre las palabras del presidente del Gobierno.

Tanto el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, como los diputados más destacados del sector guerrista aplaudieron de forma prolongada al término de la intervención de González.

Entre las anécdotas de la jornada de hoy estuvo las numerosas felicitaciones que recibió de sus comañeros de grupo y de diputados de la oposición la ministra de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi, por su reciente boda.

Como es habitual en estas sesiones, el "número dos" socialista Alfonso Guerra volvió a merecer hoy la atención de buena parte de los diputados de su grupo, especialmente de los adscritos al sector guerrista.

Sin embargo, las muestras de afecto de algunos diputados del PSOE hacia Guerra alcanzaron hoy su clímax, cuando el ex ministro Enrique Múgica le obsequió con dos besos al viesecretario general antes de iniciarse el debate, ante la mirada de sorpresa de algunos parlamentarios que asistieron a la escena.

MINISTROS E INVITADOS

En el capítulo de la indumentaria, la ministra de Cultura, Carmen Alborch, volvió a ser, con una chaqueta de intenso color rojo, la más "original" en la Cámara Baja. Felipe González lució terno azul marino y José María Aznar un traje gris.

Entre los asistentes más significativos que se pudieron ver en la tribuna de invitados del hemiciclo estuveron el delegado de la Generalitat de Cataluña en Madrid, Josep Gomis, y el ex jefe del Gabinete de la Presidencia del Gobierno Roberto Dorado.

Felipe González vio interrumpido su discurso un total de cinco veces por las desaprobaciones de la oposición y los aplausos de su grupo. La más sonora fue cuando acusó al PP de no haber perdonado al PSOE haber ganado las últimas elecciones.