El diputado socialista dijo a Servimedia que los ciudadanos "agradecen ver que, al menos durante el Debate sobre el Estado de la Nación, el Gobierno abandona la crispación y creo que eso es fuertemente valorado. Tal vez también les sorprende fuertemente, y por eso lo valoran más".

Un día después de la celebración del debate parlamentario, los diarios "El País" y "El Mundo" han publicado sendas encuestas en las que se da por vencedor al presidente del Gobierno sore el jefe de la oposición.

En concreto, la encuesta realizada por Demoscopia para "El País" revela que al 25% de los españoles les gustó el discurso de Aznar, mientras que sólo el 15% prefirió el de González. La consulta realizada por Sigma-Dos para "El Mundo" agranda esta diferencia situando la aceptación de la intervención del presidente en el 53% y la del jefe del primer partido de la oposición en el 14%.

Para Eguiagaray, lo que aún está por ver es si esta actitud de abandono de la crispaciónes "sólo una tregua para aparecer en la televisión o en las encuestas, o si va a formar parte de un nuevo modo de entender la acción de gobierno por parte del presidente, del vicerepresiente, de los ministros y del Partido Popular".

FAZ DIALOGANTE

Si esto sólo fuera una "tregua" para presentarse "con una faz más dialogante en el Congreso de los Diputados, estaríamos ante el mismo escenario que se dibujó a comienzo de 1997, un escenario del que sólo hemos salido durante este debate", indicó.

El iputado socialista reconoció que es bueno que las relaciones entre el Gobierno y la oposición se produzcan en "un clima sosegado. Los ciudadanos lo valoran bien en el presidente del Gobierno y creo que es bueno para el conjunto de la política".

Eguiagaray rechazó que el discurso del líder socialista resultara "blando" y que esta razón haya hecho descender la valoración de los ciudadanos sobre su intervención.

"Su discurso fue denso y con contenido, y, salvo que alguién quiera que el espectáculo d la oposición sea similar al que dio el PP cuando era oposición, la verdad es que me pareció correcto. Constatar nuestros puntos de encuentro y nuestras diferencias se puede hacer bien, sin insultos ni crispación", dijo.

"Si alguien interpreta que esto es blandura, está en su derecho, pero yo creo que éste debe ser el estilo que se debe practicar desde la oposición, muy distinto al que usó el PP", concluyó.