Estos fueron algunos de los calificativos empleados por el portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera; por el secretario de Organización, José Blanco; y por el secretario de Libertades Públicas, Juan Fernando López Aguilar, entre otros.

Caldera recordó que, "por fortuna", éste es el último debate de estetipo en el que interviene Aznar, que no ha dado explicaciones de sus mentiras en asuntos como la guerra en Iraq y que ha demostrado que para él "vale todo".

"Este no es el Gobierno que necesitamos, se necesita un cambio de Gobierno", concluyó Caldera, para quien Aznar ha pretendido hacer "un canto a una España que no existe" y a glosar las glorias de un edificio "que tiene goteras", la principal de ellas "un gran autoritarismo".

El secretario de Organización, José Blanco, también mantuvo que lo mjor de este Debate sobre el Estado de la Nación es que es el "último" de José María Aznar como presidente del Gobierno y aseguró que la sociedad española "lo va a agradecer".

Blanco calificó el discurso de Aznar de "prepotente, arrogante, chulo, que no responde a los interrogantes formulados y no es capaz de hacer ninguna autocrítica".

Por su parte, el secretario de Libertades Públicas, Juan Fernando López Aguilar, celebró el último debate de un presidente "adicto a la mentira, que sustituye la ralidad por propaganda y por una ensoñación virtual que sólo está en los medios de comunicación que controla".

López Aguilar incluyó entre las mentiras "su implicación en la trama" que los socialistas ven detrás de la traición de los diputados de la Asamblea de Madrid Eduardo Tamayo y Teresa Sáez.

El diputado socialista no tiene "la menor duda" de que el vencedor de la confrontación es Rodríguez Zapatero y adujo, como muestra, "la mezquindad" de la presidenta de la Cámara, Luisa Fernanda Rudi, al o dejar que el líder socialista hiciera uso de su turno de dúplica alegando que en la réplica había consumido el tiempo.