El mayor de los problemas de España es, a juicio de Molins, "nuestra incapcidad de generar ocupación" a pesar de que las grandes variables macroeconómicas "están controlados". Aunque es "dificilmente cuestionable" que estamos en un "buen momento económico", puntualizó que la prosperidad "no ha llegado todavía a muchas personas".

En este sentido, advirtió que la creación de empleo "no vendrá sólo como consecuencia de una acertada política económica, sino también por un esfuerzo específico de impulso de la ocupación". Se mostró partidario de "explorar todos los caminos, incluo de arriesgar la posibilidad de fracasar" y defendió "la disminución de costes sociales, que gravan la creación de puestos de trabajo y penalizan el empleo".

En su respuesta, el presidente del Gobierno, José María Aznar, reiteró su convencimiento de que el próximo mes de julio la EPA arrojará un "record histórico" con una tasa de desempleo similar a la de 1974.

EURO

Respecto a la entrada de España en la moneda única, de la que CiU se siente "tan protagonista como el que más", Molins advirtió qe la distancia que separaba a nuestro país del euro era "demasiado grande para que hoy nadie pueda pensar que sólo él lo ha conseguido".

"Ha sido el esfuerzo de muchos, de casi todos, y durante mucho tiempo", apostilló antes de recordar su respaldo en esta materia al anterior gobierno, que trabajó en "condiciones económicas y políticas bien difíciles".

Aznar le agradeció el apoyo en esta materia y reconoció la contribución de los nacionalistas catalanes en este logro del que "todos" se congratula, del que "todos somos copartícipes" y también responsables de su continuidad.

"DEMAGOGIA"

Al hablar de la reforma del IRPF, que consideró "necesaria y modernizadora", el portavoz de CiU recordó, sin citarle expresamente, la carta abierta escrita por José Borrell y publicada semanas atrás en la prensa, en la que el candidato socialista criticaba el nuevo impuesto por entender que beneficia a las rentas más altas.

"¿Que no podría haber dicho, con las mismas dosis de demagogia, el autor de la cara, de las evoluciones de las tarifas de IRPF que él promovió siendo secretario de Estado, entre 1985 y 1989?", se preguntó Molins. Se trata, dijo, de la reforma "que le hubiera gustado hacer al Gobierno socialista, que de hecho hizo, y que no pudo aplicar porque la situación económica no lo permitía".

El portavoz convergente reiteró que el sistema de financiación autonómica "sigue siendo injusto" a pesar de haber mejorado "cuantitativa y cualitativamente" para todas las comunidades, y advirtió que "cundo corresponda", defenderán un nuevo modelo ante la renovación prevista para el 2001.

Tras hacer un recorrido por iniciativas legislativas en las que CiU ha jugado un "papel decisivo", afirmó que dos años después de la investidura "las cosas van por el buen camino" y están "mejor" que al comienzo de la legislatura.

INVERSIONES

No obstante, reclamó más dinero para infraestructuras y pidió que las inversiones no se decidan en función de la rentabilidad electoral, sino por "criterios de rentabiliad económica del conjunto y de competitividad". Anunció que su formación será "especialmente exigente" en la demanda del tren de alta velocidad hasta Cataluña para enlazar con el ancho de vía europeo.

Molins criticó duramente a quienes acusan a Aznar de "cambiar votos por pesetas" y a quienes, desde el PSOE, atacaron a CiU por apoyar al gobierno de UCD. Tras su respaldo a los socialistas y al PP, dijo, "hemos dado la vuelta entera y volvemos a empezar".

Finalmente, y al referirise al vertido tóxio en Doñana, Molins emplazó al Gobierno a "acentuar, y mucho, todo lo relacionado con la política ambiental" y pidió a todos los partidos nacionales que asuman que "este Estado no puede funcionar" sin la colaboración de las formaciones nacionalistas.

El presidente del Gobierno resaltó el alto grado de "descentralización" del Estado y aseguró "compartir" una parte "sustancial" de los objetivos y las argumentaciones esgrimidas por Joaquím Molins.