DEBATE NACION. CIU DICE A AZNAR QUE NO ES SU PRISIONERO PARA CONVOCAR ELECCIONES Y GARANTIZA SU APOYO EN TODA LA LEGISLATURA

MADRID
SERVIMEDIA

El portavoz del Grupo Parlamentario de CiU, Josep López de Lerma, dijo hoy al presidente del Gobierno que no es prisionero de su formación política para decidir la convocatoria de elecciones generales y, para u tranquilidad, le garantizó el apoyo de los nacionalistas catalanes para lo que queda de legislatura, incluida la aprobación de los Presupuestos para el año 2000.

Se mostró partidario de que ciudadanos y partidos se acostumbren a la normalidad que supone convocar elecciones cuando "el reloj se para, cuanto el período constitucional expira".

López de Lerma reconoció que muchas miradas confluyen sobre CiU cuando se habla de adelanto electoral, incluso el propio portavoz del Gobierno, Josep Piqué, encionó recientemente que ese caso sólo podría darse si el Ejecutivo se ve desprovisto de sus apoyos parlamentarios.

A esos que analizan la actitud de CiU les dijo que "se olvidan que aquí nadie es prisionero de nadie -ni usted de nosotros ni nosotros de usted- y que fue el acuerdo y el sentido de la responsabilidad" lo que permitió el pacto de investidura.

El portavoz nacionalista anunció en su intervención que CiU está dispuesta a garantizar su apoyo al Gobierno de Aznar hasta el final de la leislatura. Advirtió que "no le extendemos un cheque en blanco, pero tampoco nos guardamos el talonario para mejor ocasión".

Tras afirmar que el apoyo al PP "fue un acto de responsabilidad" que ha dado buenos resultados tanto en estabilidad política como en progreso económico, juzgó "cicatera" la intervención del presidente que, a su juicio, no reconoció el valor de la aportación de los nacionalistas catalanes a la gobernabilidad.

López de Lerma defendió esta actuación y rechazó las acusaciones de os que piensan que Cataluña y el nacionalismo catalán son "una maquinación antiespañola".

Afirmó que la voluntad de CiU siempre ha sido mejorar el bienestar de todos los ciudadanos, destacó el apoyo a la política económica de los distintos gobiernos de la democracia y argumentó que la base del éxito actual se fraguó en 1993, bajo gobierno socialista.

Este no fue el único guiño de López de Lerma al PSOE. En el momento en que analizó la política española en la UE y los resultados de la cumbre de Belín dijo que "la notoriedad" del acuerdo sobre la Agenda 2000 "reside en haber conseguido mantener aquello que el presidente González logró".

Insistió también en la necesidad de no caer en "la autocomplacencia" y destacó que es importantes abordar una reforma consensuada de la justicia, el impulso a la construcción de infraestructuras, la innovación empresarial y la rebaja de las cotizaciones sociales en el año 2000.

En cuanto al proceso de paz del País Vasco, López de Lerma hizo un reconocimient a la actuación policial pero, sobre todo, destacó la aportación del PNV y EA "a la causa de la paz" que "han tirado del carro en medio de no poca incomprensión y de abundantes descalificaciones".

El portavoz nacionalista celebró que se hayan producido contactos del Gobierno con ETA y que estos estén arropados por la discrección, pero a la vez exigió que no se deje al margen de la negociación al gobierno de Vitoria y que se frene el frentismo porque "sin convivencia, sin la generosidad del perdón y de olvido, no es posible la paz".

Criticó también la inclinación de los responsables políticos españoles a aniquilar al adversario y denunció la "anorexia programática" y la "bulimia de verborrea" que a veces desemboca en la difamación que reina en las relaciones políticas en los últimos tiempos.

En materia de política autonómica, López de Lerma, reclamó una interiorización de la realidad de una España plurinacional, pluricultural y plurilingüística, cuya ausencia todavía lleva a algunos a pensar qe lo homogéneo "es intrinsecamente bueno y maligno lo diferente".

Insistió en la necesidad de que las comunidades autónomas asuman las funciones del Estado en sus territorios, rechazó la afirmación de Aznar sobre el agotamiento de los traspasos de competencias y reclamó para las autonomías la cesión de la política de becas.

Pese a estas reivindicaciones, el portavoz de CiU ofreció "lealtad constitucional" que también reclaó al Gobierno del Estado con el argumento de que "no se puede exigir a otro lo que uno incumple".

Finalmente, López de Lerma denunció que "se utiliza a Cataluña como un arma dialéctica, se nos presenta como seres voraces y egoistas que nucan tenemos suficiente, cuando lo cierto es que venimos estando en la primera línea reformadora del Estado en todos sus órdenes. No pedimos gratitud, exigimos respeto".

(SERVIMEDIA)
22 Jun 1999
SGR