Borrell, vestido con traje gris y corbata azul de cuadros pequeños, llegó a la Cámara Baja pasadas las 11 de la mañana, pasó primero por su despacho en la calle Zorrilla y se dirigió luego a la reunión del Grupo Parlamentario Socialista.

Manifestó no sentirse nervioso, sino "bie", y aseguró que quizá se estén levantando demasiadas expectativas sobre el debate que hoy comienza. "Ustedes", dijo a los periodistas, "se toman eso como si fuese algo extraordinario. No pasa nada", afirmó.

El diputado socialista quiso restar importancia a su estreno como portavoz parlamentario y afirmó que "se ha producido una situación en la que parece que no se hubiera hecho otro debate hasta hoy. La vida parlamentaria ni empieza ni acaba hoy".

En tono de broma, Borrell no quiso responder sobe el contenido de su desayuno en un día como hoy, ya que "forma parte del secreto de sumario".