La remodelaión, la más amplia realizada por el jefe del gabinete en sus seis años de mandato, ha supuesto un cambio de escenario, a pesar de lo cual la oposición va a insistir en el desgaste del Ejecutivo durante los últimos meses y la culminacion del mismo con la huelga general del 20-J.

Fuentes gubernamentales consultadas por Servimedia aseguran que "la presión" vuelve ahora a Rodríguez Zapatero, que "deberá refrendar con propuestas" su alternativa, en lugar de basar su actuación exclusivamente en la crítica yen afirmar que el ciclo del PP se está acabando.

El discurso de Aznar se centrará en la política nacional y procurará dejar de lado, en todo lo posible, las referencias al semestre de Presidencia española de la Unión Europea, ya que el hemiciclo celebró hace dos semanas un pleno extraordinario para que el jefe del Ejecutivo hiciera balance.

No obstante, habrá menciones "obligadas", como los avances legislativos que se han producido en toda Europa para luchar contra el terrorismo. El País Vasco seá uno de los puntos clave del discurso de Aznar, especialmente tras la amenaza de PNV, EA e IU de asumir competencias unilateralmente en un plazo de dos meses si el Gobierno central no negocia su cesión con Vitoria.

Aznar recordará también cada una de las reformas que ha llevado a cabo en los últimos meses, como la reforma de la Ley de Partidos, la Ley de Calidad de la Educación, la reforma fiscal y la reforma del desempleo, entre otras, y expondrá sus planes para el próximo año, que pasan por cumplirprácticamente el cien por cien del programa electoral que prometió a los ciudadanos en los comicios generales del año 2000.

Junto a la Ley de Partidos, la que más peso tendrá de todas ellas será la reforma del desempleo, que han rechazado la mayoría de los partidos de la oposición y los sindicatos y que provocó la convocatoria de la huelga general del 20-J. Aznar explicará una vez más las razones que le han llevado a aprobarla y reiterará su objetivo prioritario: el pleno empleo.

ZAPATERO: EVALUAR L GESTION PASADA

Por su parte, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, mantiene las líneas generales definidas con anterioridad a la remodelación del Gobierno, según aseguraron desde su círculo más cercano.

El líder socialista considera que el Debate sobre el Estado de la Nación debe girar en torno a los problemas de los ciudadanos y la situación del país respecto a la de hace un año, y eso, añadieron, nada tiene que ver con el cambio de nombres en los ministerios aprobado hae unos días.

De hecho, los socialistas han pedido ya la celebración de otra sesión plenaria para que Aznar explique de forma monográfica los motivos de los cambios.

Insisten en que los problemas de los ciudadanos siguen siendo los mismos y en que lo que hay que juzgar es la gestión del Gobierno en el último año, puesto que la de los nuevos ministros se evaluará, llegado el caso, en el debate del próximo año.

Recuerdan además que los nuevos ministros han definido como "continuista" su línea d actuación, por lo que la dirección del PSOE espera "pocos cambios" en las políticas del nuevo Ejecutivo.

Por ello, Rodríguez Zapatero centrará su intervención en una denuncia de la política "antisocial y autoritaria" del Gobierno, que a su juicio ha perjudicado a las capas más débiles de la sociedad y ha fomentado la confrontación con casi todos los sectores sociales. De ello responsabilizará, sobre todo, al propio José María Aznar.