"¿Dónde va usted, señor Aznar? Ha anunciado que se va pronto. Si es así, déjenos como estábamos. Déjenos en paz, señor Aznar. Déjenos en paz", recalcó.

Este fue el final de una dura intervención del líder ocialista durante la comparecencia de Aznar en el Congreso de los Diputados para explicar la posición de España en la crisis, después de que ayer el PP en pleno respaldara la posición del Gobierno.

Comenzó su intervención haciendo hincapié en la idea de que Irak es sólo uno de los muchos países con falta de libertad y que vulnera las peticiones de la comunidad internacional, muchos de ellos amparados por los estados ricos del planeta.

Recordó, además, que en 1991 se abrió un proceso de desarme deIrak que no pretendía en ningún momento invadir el país ni derrocar a su dictador. En su opinión, Estados Unidos y sus aliados, entre ellos Aznar, están ahora "subvirtiendo" ese proceso para ir más allá y poder legitimar esos dos objetivos.

Rodríguez Zapatero enfatizó también la idea de que el embargo al que está sometido Irak, las zonas de exclusión de soberanía y los constantes reconocimientos hacen que este país tenga "tan poco peligro real" que hace apenas cuatro años España trataba de establecer elaciones comerciales de distinto nivel con las autoridades de Bagdad.

Insistió por ello en que no existen motivos que justifiquen una guerra, ya que el objetivo que dicen es prioritario, el desarme, se puede conseguir con tiempo y con más medios de los inspectores, como defienden Francia, Alemania y Rusia.

NO SE EVITARA EL TERRORISMO

Rodríguez Zapatero entró en otro argumento al insistir en que una guerra no evitará el terrorismo internacional, como se puede comprobar en Israel, donde las contnuas represalias del Ejército no consiguen eliminar la constantes andanadas de los terroristas suicidas.

De hecho, recordó también que los mayores atentados conocidos, los del 11-S, no fueron cometidos con armas de destrucción masiva, sino con aviones comerciales "y mucho odio, mucho fanatismo", que es lo que generará "en cantidades ingentes" una intervención militar en la zona de Irak y que será en el futuro "la principal amenaza para nuestra seguridad", no Sadam Husein.

Pero, además, advirtió d que una intervención militar no amparada expresamente por Naciones Unidas dará lugar a un nuevo orden internacional en el que nadie aceptará desarmes pacíficos porque no habrá garantía de evitar una represalia unilateral, y la única forma que muchos países tendrán de autoafirmarse será el rearme, disuasorio o para confrontación, pero que aumentará la inseguridad en el mundo.

Advirtió por todo ello al presidente del Gobierno de que su cita no es con la Historia, sino con los ciudadanos de su país, quehacen su propia historia y que quieren decidir su futuro.

"No era necesario que usted nos llevara a una guerra para que España cuente. No era necesario que viniera usted a sacarnos de un rincón, porque ya salimos del rincón pacíficamente hace veinticinco años, de un rincón oscuro en el que estuvimos cuatro décadas, fruto, por cierto, de una maldita guerra", dijo.