Solchaga garantizó que los diputados socialistas van a hacer "todo lo posible porque tenga éxito", pero advirtió que ese consenso necesita que cada formación polica reconozca "el peso" que tiene en el conjunto del grupo parlamentario.

En su primer discurso como portavoz socialista, que duró 20 minutos y que finalmente aplaudido por todos os parlamentarios socialistas, incluido Alfonso Guerra, el dirigente socialista dijo que los argumentos en contra de la investidura de Felipe González expuestos por cada uno de los portavoces de la oposición son inconsistentes.

Capítulo aparte dedicó al presidente del PP, José María Aznar, de quien dijo que no había ofrecido alternativas y que, más allá de la posible acritud o vehem,encia con que se hubiese expresado, si uno examina sus propuestas se encuentra con que no ha ofrecido una alternativa. Sentado este principio, Carlos Solchaga dijo que a la oposición sólo le queda recurrir al argumento de la "confianza o la desconfianza". "Y este es un argumento muy "sutil", dijo el todavía ministro de Economía, y responde a percepciones personales.

"PROFETAS" Y "REDENTORES"

Solchaga había iniciado su intervención con una reflexión sobre algunas de las argumentaciones que se han escuchado en el último mes respecto al supuesto `voto cautivo' que ha hecho ganar de nuevo al PSOE, y sobre la tendenci de algunos comentaristas a decir "lo que tenemos que hacer o decir" en el Congreso.

"Qué equivocados están. ¡Ay de aquel político que piense en el agradecimiento como principal motivo de su actuación política! no solamente porque cometerá muchso errores sino porque, seguramente, está llamado a ser frustrado como le ocurrió precisamente al señor Churchill cuando, en julio de 1945, perdió unas elecciones generales después de haber conducido a su país a la victoria durante la Segunda Guerra Mundial", irnizó

El portavoz socialista siguió contando la anécdota, según la cual la esposa de Churchill comentó a su marido: "quizá estos resultados sea una bendición de Dios, aunque, eso sí, disimulada como designios ocultos"; a lo que Chruchill le contestó: "desde luego, lo que está claro es que está muy bien disimulada".

Solchaga dijo que el proyecto presentado por González había merecido un importante apoyo por parte de los principales partidos de España y que sólo los "profetas" del desastre, "que en ste país", recordó, se dan con demasiada frecuencia, no apuestan por un gobierno fuerte que remonte el bache.

Respecto a las intervenciones de la oposición, dijo reconocer en alguna de ellas a esos "profetas" y algún que otro "redentor" regionalista.