Mientras Felipe González y José María Aznar debatían los datos referentes al desempleo o la política exterior, dos equipos de especialistas en temas políticos y de imagen pugnaban por hacer del programa una victoria para los intereses de su propio partido.

Como si de un combate de boxo se tratase, cuando se produjo la única interrupción de cinco minutos para dar paso a la publicidad, acudieron rápidamente Javier Arenas por parte del PP y Roberto Dorado por parte del PSOE a asistir a sus respectivos jefes de filas y aconsejarles sobre la táctica a utilizar.

Siguiendo con el simil pugilístico, los "segundos" de González, presentes en el estudio durante el debate, fueron Rosa Conde y Miguel Gil, mientras que Aznar estuvo acompañado por Ana Mato y Miguel Angel Rodríguez.

Para garntizar los resultados de la emisión, cada partido introdujo un asesor propio en el control de producción. El representante del PSOE fue Ramón Gómez Redondo y por parte del PP entró Gustavo Pérez Puig, especialistas ambos en realización televisiva, procedentes de Televisión Española.

En todas las negociaciones previas al programa mantenidas a tres bandas entre los dos partidos y los representantes de la cadena de televisión el principal problema ha sido lograr un equilibrio casi exacto entre los tiempo dedicados a cada uno, que al final se logró con una diferencia de apenas un minuto.

"Los planos estuvieron ajustados milimétricamente, a pesar de que eso impidió hacer una realización demasiado brillante, porque estaba pactado todo y los asesores estaban atentos absolutamente a todo", señaló Carlos Estévez, coordinador de programas políticos de Antena-3 TV.

Como ejemplo de esta tensión, explicó que en el descanso de cinco minutos, los asesores del PP plantearon que González había aparecido en imgen dos minutos más que Aznar durante la primera mitad del programa, y tras una reunión con Estévez, cotejando segundo a segundo, comprobaron que era Aznar el que tenía un minuto de ventaja.

SATISFECHOS DEL PULSO

"Desde un principio, nosotros pretendíamos darle mucha credibilidad a la cadena", comentó Estevez, "y nos hemos tomado las Elecciones Generales como un pulso muy fuerte, por las particulares circunstancias de esta convocatoria, porque en los cara a cara se iba a decidir mucho. Hasta ahora etamos muy satisfechos con los resultados".

El coordinador señaló que "no era una cuestión de dinero ni de audiencias, sino de prestigio. Lo que más nos interesa es haber sido la primera cadena de televisión que ha ofrecido un debate de estas características ante el público".