El portavoz del PSC-PSOE en la Cámara catalana, Joaquim Nadal, reprochó a Pujol el "tono de irritación" utilizado y la voluntad de "confrontación", además de que no realizara un discurso "más dialogante y constructivo".

Para Nadal, Jordi Pujol se equivocó al plantear el debate sobre el Estado de las Autonomía como el debate sobre el "ser de España", ya que de esta forma, dijo, su intervención tuvo un carácter "esencialista", en lugar de referirse a cuestiones más concretas, como el nuevo modelo de financiación autonómica.

Por su parte, el presidente del PP de Cataluña, Alberto Fernández Díaz, indicó que Pujol optó por hacer "el discurso del agravio, la reivindicación y la queja", sin reconocer el "avance para el autogobierno de cataluña que se ha producido en los 10 meses de Gobierno de José María Aznar". El presidente de Iniciativa per Catalunya (IC), Rafael Ribó, opinó que Jordi Pujol "tiene la cara de pedir que no se haga de Cataluña un instrumento partidista cuando él es quien la utiliza permanentemente, sea con el PP o con el PSOE, como moneda de cambio".

El secretario general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Josep Lluís Carod-Rovira, comentó que la intervención del presidente de la Generalitat puso de relieve "el error" de la generalización del Estado de las Autonomías y el "fracao" que este sistema ha supuesto para Cataluña, tanto por sus consecuencias económicas como en el ámbito cultural y de la lengua.