“Por primera vez damos cabida a acciones para mejorar la salud mental y emocional de las personas a través de estos convenios porque la salud mental está en nuestro epicentro desde la covid, ya que la pandemia ha exacerbado los trastornos mentales que padecían muchos ciudadanos”, explicó la ministra Darias.

Según manifestó, abrir los proyectos de los municipios a la salud emocional es parte de la actualización de la estrategia de Salud Mental, ya que, según destacó Darias, “el suicidio es la primara causa de muerte del país” y las llamadas al nuevo teléfono 024 de prevención del suicidio están cosechando sus primeros resultados.

“Hemos recibido más de 25.000 llamadas, más de 1.000 llamadas han sido derivadas a atención especializada y se han atendido 433 llamadas de suicidios en curso”, apuntó.

En cuanto a presupuestos de los acuerdos firmados, el Convenio-programa 2022 para la realización de acciones destinadas a la promoción de estilos de vida saludable está dotado con tres millones de euros y el Convenio Anual de la Red española de ciudades saludables, con 1,4 millones de euros.

Entre otros proyectos que contemplan los convenios destacan la construcción de parques y jardines en los municipios, carriles bici, rutas para realizar ejercicio físico al aire libre, lo que, según los firmantes del convenio, también “redundará en el beneficio físico y mental de los ciudadanos”.

Para Abel Caballero, presidente de la FEMP, “lo que se pretende es que los ciudadanos disfruten de un estilo de vida saludable gracias a estos programas” en coordinación con sociedades científicas con las que la Federación está colaborando.

En cuanto a las iniciativas concretas de mejora o apoyo emocional, ahora empieza la recopilación de proyectos por parte de los municipios interesados. Un ejemplo de lo que se puede hacer desde los ayuntamientos es el programa que realiza desde al año pasado el Ayuntamiento de Valladolid.

Aquí, durante tres días a la semana, se invita a todas las personas que quieran a visitar los parques más grandes de la ciudad, en los que hay psicólogas identificadas con un chaleco, que pueden pasear y hablar con las personas que lo deseen. Y si el ciudadano necesita más, se le deriva a donde le puedan ayudar.