La orden establece que junto con el vehículo deberá entregarse en los citados centros diversa documentación, concretamente la solicitud de baja del vehículo (impreso que estará disponible en los CATs), el permiso de circulación, la tarjeta de Inspección Técnica y fotocopia cotejada de haber abonado el último recibo del Impuesto de Circulación.

Según la orden, los centros autorizados para el tratamiento de vehículos al final de su vida útil podrán reperutir al propietario el importe de la tasa por anotación de la baja en el Registro de Vehículos de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Una vez entregada la documentación y comprobado que el vehículo puede ser dado de baja, el CAT emitirá un certificado de destrucción al propietario, que justificará la baja definitiva en el Registro de Vehículos.

La orden ha sido recibida con satisfacción por las patronales de fabricantes de vehículos (Anfac) y de importadores (Aniacam), así como por las principles asociaciones de recuperación de materiales y desguaces y de tratamiento medioambiental de vehículos fuera de uso (Fer, Aedra y Sigrauto).