Sin embargo, los mil millones de euros se refieren sólo a los daños causados por el largo mes de guerra con intervención directa de Israel en territorio libanés.

Esa cifra deja fuera los daños causados durante los meses anteriores en los que ciudades del norte de Israel, muchas de ellas de mayoría de población árabe, fueron bombardeadas por Hezbolá.

Las autoridades israelíes cifran los daños provocados por la guerra en 6.000 millones de shekels, que al cambio son unos 1.020 millones de euros. Las arcas israelíes incluyen un fondo para atender situaciones de guerra o compensaciones por actos terroristas que asciende a poco más de la mitad del importe necesario para hacer frente a las actuales circunstancias. En Israel se ha constituido ya un comité encargado de encauzar la reconstrucción del norte del país y organizar el regreso a su vida cotidiana de los miles de ciudadanos que fueron evacuados meses atrás por los misiles de Hezbolá.

Se da por hecho que una parte del coste de la reconstrucción saldrá de los presupuestos estatales para este año, pero otra parte tendrá que arrastrarse a los de 2007. Israel calcula, además, que el turismo en el país, una de sus principales fuentes de ingresos, ha perdido unos 150 millones de dólares desde el comienzo de la guerra.