Para ello, la empresa de productos lácteos se propone seguir reduciendo el consumo de agua de sus plantas de producción, con el fin de cumplir en 2011 su objetivo de consumir la mitad que en 2000, destacó Giraud.

En 1998 la empresa se adhirió a la Convención de Ramsar para la protección de los humedales, y en 2008, en el marco de dicha de adhesión crearon un fondo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza para replantar manglares, gracias al que se iniciará la repoblación de este tipo de bosque tropical en África este año con el fin de compensar las emisiones de CO2 de la compañía.

Giraud añadió que Danone también trabaja para garantizar la calidad del agua potable, contribuyendo a iniciativas para luchar contra el uso de pesticidas y reducir la utilización de sal en caso de nevadas. También han lanzado escuelas del agua para formar a los trabajadores de su marca de agua mineral Evian sobre estos temas.

La política de la empresa es no desarrollar actividades que reduzcan los recursos hídricos disponibles para las comunidades locales, como ya ha ocurrido con otras empresas, como Coca-Cola y PesisCo que han perdido derechos de explotación en India por esta causa.

Asimismo, para compensar el impacto medioambiental del embotellado de agua de su marca Evian, Danone utiliza plástico reciclado para las botellas y transporte por ferrocarril, menos contaminante.

Giraud también se refirió al proyecto de cooperación firmado por Danone con Nestlé y Unilever con el fin de anticiparse a la escasez de agua en el futuro, mediante el desarrollo de normas de producción sostenibles para el sector agrícola, su principal suministrador de materias primas.