Discapacidad
Daniel Gavilán logra la medalla de bronce en el Campeonato de Europa de Judo para Ciegos
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El madrileño Daniel Gavilán se colgó la medalla de bronce en el Campeonato de Europa de Judo para Ciegos, que se celebra en el Cagliari Sport Palace ‘Palapirastu’ de la capital de Cerdeña (Italia). En la máxima competición continental, que fue aplazada el año pasado por la pandemia y la celebración de los Juegos Paralímpicos de Tokio, también participaron Sergio Ibáñez y María Manzanero, que terminaron quintos.
Daniel Gavilán arrancó su participación en menos 60 kilos para deportistas con discapacidad visual (J2) en la ronda de cuartos de final, en la que se deshizo con autoridad del moldavo Vadim Cretu.
Pero el georgiano Zurab Zurabiani le cortó el paso a la final y le tocó pelear por una de las medallas de bronce contra el francés Youn Balcou. Aunque ninguno de los dos rivales consiguió puntuar ni en el tiempo reglamentario ni en la técnica de oro, la victoria fue para el español, que había llevado la iniciativa en todo momento, por tener menos amonestaciones.
Sergio Ibáñez, por su parte, superó en primera ronda de J2 -73 Kg al moldavo Ion Tarita en un combate que duró poco más de un minuto. A continuación, superó con más dificultad al azerbaiyano Nanig Abasli, ya que tuvo que esperar al último segundo para imponerse por ippon. En las semifinales el zaragozano no tuvo tanta suerte y se vio superado por el georgiano Giorgi Kaldani en un enfrentamiento muy trabado. Y en la pelea por el bronce tampoco pudo superar al Lituano Osvaldas Bareikis, de forma que concluyó quinto.
En la categoría de menos de 57 kilos para judokas ciegas totales (J1), la madrileña María Manzanero perdió en el cruce de cuartos de final ante la italiana Asia Giorfanoy tampoco pudo derrotar a la turca Merve Uslu en el combate por el bronce.
Los tres deportistas estuvieron acompañados por la directora técnica de judo de la Federación Española de Deportes para Ciegos, Marina Fernández; los entrenadores Sonia Andonegui y Raúl Clemente; el médico Diego Toro, y la fisioterapeuta Marta Moro.
Tras los Juegos Paralímpicos de Tokio, la Federación Internacional de Deportes para Ciegos introdujo un importante cambio en las pruebas de judo, consistente en organizar la competición en función de la discapacidad del deportista y no sólo de su peso corporal, como se venía haciendo hasta entonces.
Como consecuencia, se crean las categorías J1 para los judokas ciegos totales y J2 para los que tienen un limitado resto de visión. Con ello se pretende proteger a los contendientes con mayor discapacidad, cuya participación había ido decayendo en los últimos años.
Con este cambio en el reglamento, los judokas J1 y J2 no compiten entre ellos a menos que no haya suficientes participantes. En ese caso y bajo mutuo acuerdo, sí podrían hacerlo.
En la actualidad, la competición consta de cuatro pruebas masculinas para la J1 y otras tantas para la J2 (menos de 60 kilos, menos de 73, menos de 90 y más de 90) y lo mismo en categoría femenina (menos de 48, menos de 57, menos de 70 y más de 70 kilos).
En esta competición participaron cerca de 100 judokas procedentes de Azerbaiyán, Croacia, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Grecia, Hungría, Lituania, Moldavia, Montenegro, Países Bajos, Portugal, Rumania, España, Suecia, Italia, Ucrania, Georgia, Suiza y Turquía.
(SERVIMEDIA)
02 Sep 2022
s/pai/p