"Naturalmente", añadió Curiel, "hay un tema de libertad personal, que es perfectamente respetable. Pero al mismo tiempo tengo la ensación de que el espectáculo dado por Damborenea resulta bastante patético. La sensación que produce es que se trata más bien de una rabieta y que ha intentado hacer el mayor daño en el momento más oportuno".

"Creo que es negativo para Damborenea", continuó Curiel. "Yo también pasé de un partido a otro y debo decirlo, pero creo que es perfectamente legítimo moverse dentro del ámbito ideológico, o bien de la derecha o bien de la izquierda, pero que un doble salto mortal sin red desde la izquierda hasa el Partido Popular es bastante lamentable".

"Yo creo que el más perjudicado es el propio Damborenea", insistió Curiel, "porque realmente resulta bastante triste verle vitorear a la derecha. Es duro. Yo creo que eso no se justifica por mucho que hubiera sido su disgusto con Felipe González o con los dirigentes del PSOE cuando se le expulsó. Me parece que desde la izquierda no se debe hacer una operación de legitimación de la derecha española"

"Tengo la sensación también", concluyó Curiel, "de qu quizá Aznar ha querido apaciguar el efecto de las declaraciones de Mercedes de la Merced, pero no vamos a caer en la trampa. Yo personalmente no pienso hacer la más mínima alusión en todos los actos próximos al tema Damborenea, porque creo que se desautoriza por si solo".