CUSEY (CITROËN) PIDE UNA MAYOR FLEXIBILIDAD DE LAS RELACIONES LABORALES PARA LA INDUSTRIA DEL AUTOMOVIL

BARCLONA
SERVIMEDIA

El director general y consejero delegado de Citroën Hispania, François Cusey, manifestó hoy en Barcelona, durante el VI Encuentro del Sector de la Automoción, que la flexibilidad en las relaciones laborales es "indispensable" para la industria del automóvil.

Cusey explicó que el sector del automóvil se caracteriza por una elevada competitividad, mercados que crecen por debajo de la capacidad productiva de las empresas, la renovación constante de los modelos y la estacionalidd de las ventas, que hace que el nivel de demanda no sea estable y unas épocas crezca y otras disminuya.

"Puesto que la demanda es variable, el gusto de los clientes también y la creatividad de los contructores puede, asimismo, ampliar la demanda", dijo Cusey, "la industria del automóvil sólo tiene una respuesta: ser lo suficientemente flexible, tanto desde el punto de vista tecnológico como humano, para adaptarse a la demanda de cada momento".

El responsable de Citroën en España aseguró durante u intervención, que tuvo lugar dentro del Salón del Automóvil de Barcelona, que "tan malo como no poder atender la demanda creciente de un modelo, ya que se pueden perder clientes, es producir una cantidad superior a la demanda, lo que genera stocks de vehículos a financiar".

En relación a la flexibilidad humana, Cusey dijo que se trata de que las empresas puedan aumentar o reducir su producción en función de la demanda, por medio de la contratación o de los paros técnicos, según las necesidades.

El directivo de Citroën destacó también la importancia de la formación del trabajador, que dijo que es necesaria para que el empleado pueda rotar por distintos puestos de trabajo. A su juicio, es necesaria una polivalencia de los trabajadores, de forma que sean capaces de realizar su función en distintos puestos productivos.

Cusey alertó finalmente del grave riesgo que puede ocasionar a la industria europea del automóvil la instalación de fabricantes de terceros países. El riesgo, explicó, es la desloalización, es decir, que las empresas europeas se vayan fuera, lo que supondría unos riesgos económicos y sociales evidentes para el viejo continente. "Para solventar esta amenaza", concluyó, "la flexibilidad es indispensable".

(SERVIMEDIA)
15 Mayo 1997
NLV