Pr este motivo, Curiel destacó en declaraciones a Servimedia la importancia de la reunión celebrada el viernes entre las direcciones del PSOE y de IU, ya que supone "el inicio del cambio en las relaciones entre las dos fuerzas políticas de la izquierda".

"Las fuerzas progresistas tenemos que ser capaces de avanzar en la constitución de un programa alternativo de progreso", de manera que, aunque se presenten por separado, "haya puntos básicos comunes con respecto al empleo, al medio ambiente, a la polítca social, a la política económica", explicó.

En su opinión, "la imagen de centro que está intentando dar el Gobierno no se debe a que realmente tenga esa voluntad, sino al contrapeso que suponen los más de 9 millones de votos del PSOE y los 2 millones y medio de IU".