La decisión la tomó el párroco, de 76 años de edad, tras mantener una entrevista con un representante del obispo, según una nota hecha pública por el Obispado. Por su parte, Pedro Marrero ha confirmado que abandonará su parroquia para pasar unos días de descanso, aunque no quiso adelantar lo que hará a continuación.

Las diferencias entre el párroco de Lomo Magullo y el obispo habían sido notables durante los últimos años, aunque nunca se habíallegado a la situación del pasado martes, cuando el párroco se encerró en su iglesia tras el cese decretado por monseñor Echarren.

El obispo tomó esta decisión debido a que el párroco impartía los sacramentos a todo el que se los pedía, sin que mediara por medio curso de preparación alguno.

Cuando seis sacerdotes encabezados, por el obispo, acudieron a la iglesia de Lomo Magullo, el párroco comenzó a tocar las campanas y acusar al obispo de ser el anticristo, con sendas llamadas de ayuda a sus feigreses.

Una parte del pueblo, que apoya al sacerdote, se enfrentó con la comitiva eclesial e incluso una niña propinó una patada al obispo que le dejó un hematoma, aunque según Pedro Marrero fue una acción justificada porque "el obispo pegó a la niña primero".

En los últimos días, una vez atrincherado, ha lanzado todo tipo de descalificativos contra el obispo y buena parte de la Iglesia de Canarias, calificándolos de enviados del demonio y de tener relaciones con el diablo.