En esta ocasión, los reunidos van a analizar, junto a los habituales temas de energía o medio ambiente, la situación de la democracia, en un momento en el que el triunfo del recién elegido presidente de Bolivia, Evo Morales, parece alumbrar la llegada al poder en Iberoamérica de dirigentes con un discurso indigenista y alternativo a las alianzas bilaterales de libre comercio de cada país con EEUU.

Consciente de ser la estrella de la reunión junto con el venezolano Hugo Chávez, Morales ha cancelado una visita que tenía previsto realizar a Nueva York el próximo sábado, para estar más tiempo en Europa, según dijo ayer el ministro de Asuntos Exteriores boliviano, David Choquehuanca.

Choquehuanca insiste en que el presidente Evo Morales tendrá un encuentro en Viena con el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, algo que no se confirma desde La Moncloa, para abordar la nacionalización de los hidrocarburos bolivianos y el impacto que supone para Repsol.

En los últimos días el Ejecutivo español, junto a su defensa de una "solución dialogada" en los 180 días que otorga para negociar a las empresas el decreto de nacionalización, está haciendo un sutil distanciamiento político de Morales.

Tras dar por hecho el secretario de Estado de Comunicación que en Viena habría un encuentro Morales-Zapatero, fuentes gubernamentales explicaron el pasado lunes que los únicos encuentros confirmados del mandatario español son con el presidente mexicano, Vicente Fox, y el brasileño, Luiz Inazio "Lula" Da Silva, es decir, con los dos gigantes del continente.

Y es que en Viena se dan cita desde hoy dos modelos de crecimiento económico y de cohesión social muy diferentes: el que representan "Lula", Fox o el presidente argentino, Néstor Kirchner, partidarios de acuerdos con EEUU, o el de Fidel Castro, Hugo CHávez y Evo Morales, defensores de un acuerdo regional y contrarios al tratado ALCA de libre comercio con Washington.

Zapatero confía en que el contencioso de los hidrocarburos no tenga impacto en la condonación de deuda por educación que prepara el Gobierno español -que ascenderá a cerca de 120 millones de dólares- ni en el futuro memorándum de entendimiento entre España y Bolivia. Además, queda como último recurso acudir a los tribunales internacionales al amparo del acuerdo de protección recíproca de inversiones suscrito por ambos países.

"Nosotros hemos tomado nuestra decisión soberana. Hubo un saqueo sistemático durante 500 años de nuestros recursos naturales", explicó ayer el canciller boliviano en Madrid. "Vamos a recuperar todos nuestros recursos naturales, no sólo el petróleo", prosiguió Choquehuanca. Aseguró que todo ello será detallado por Morales a los mandatarios de la UE en la cumbre de Viena.

El Gobierno boliviano niega que hable por boca de Venezuela, aunque Caracas ha enviado ya a Bolivia técnicos en el sector petrolero. "Somos un país soberano y sabemos lo que queremos y hacia dónde vamos (...) Todos los que nos apoyen en este proceso de cambio, serán bienvenidos. No sólo Venezuela, puede ser España, Alemania o Estados Unidos", concluyó Choquehuanca.

Zapatero tiene prevista su llegada a la capital austriaca en la tarde noche de hoy, después de que esta mañana presida en Madrid una reunión de representantes de los gobiernos de los países miembros del CARICOM (Comunidad del Caribe).