A las 8,30 horas de la mañana había ya en el centro de prensa más ambiente que en los días anteriores. Las numerosas televisiones repartidas por la amplia carpa aparecían rodeads de grupos de aficionados animando a la selección.

El partido comenzó frío, con algunas críticas al juego de España, pero se fue animando cuando los pupilos de Camacho tomaron las riendas en la mitad de la primera parte. Ya en la segunda, algunos gritos, palmas por sevillanas e indignación y gritos de descalificación a la actuación del juez de línea que anuló dos goles a España y pitó numerosos fueras de juego muy dudosos.

La actividad estuvo prácticamente paralizada durante los 120 minutos del artido hasta que llegó el momento cumbre de los penaltis. Gritos con los goles de España y "uuuyyss" con los intentos de Casillas de parar los lanzamientos coreanos.

Con el fallo de Joaquín en el cuarto penalti español el silencio irrumpió en la sala. Caras de preocupación y confianza en Casillas. Pero el coreano no falló y ahondó el silencio en la sala, que se mantuvo casi diez minutos abrumada por la eliminación, hasta que se recuperó el normal devenir de la Cumbre.

La mayoría de los periodista extranjeros apoyaba a la selección española e hicieron corros con los españoles e incluso algunos intentaron tocar las palmas por sevillanas sin lograrlo. Al final, cruce de miradas solidarias, algunas palmadas en la espalda y todos al trabajo, retrasado por el partido.