Jiménez realizó esta valoración en una rueda de prensa en la que denunció que la cumbre ha supuesto una "oportunidad perdida" de impulsar desde Europa una "globalización más solidaria, la globalización de los derechos humanos", y promover desde la UE un "modelo social" que pudiera ser implantado en el resto del mundo.

En lugar de ésto, los participantes en la cumbre "no se han pronunciado sobre lo que estaba ocurriendo n la calle", al "ignorar las protestas" del llamado movimiento antiglobalización. A su juicio, "la política no debe ser ajena a las demandas de los ciudadanos", que "han dado muestras de un civismo ejemplar", por lo que sus reclamaciones han de ser escuchadas "con seriedad y respeto".

En cuanto a las decisiones adoptadas en la Cumbre de Barcelona, la dirigente socialista criticó las medidas liberalizadoras del mercado de la energía, que "no significan un gran paso adelante", pues se limitan a "recorda los objetivos propuestos en Lisboa".

No obstante, elogió la "loable" aportación de Francia, que ha puesto el acento en la necesidad de la "protección al consumidor", algo en lo que el presidente del Gobierno y de la UE, José María Aznar, "no ha insistido en absoluto". Recalcó que la liberalización de los mercados es necesaria siempre que no lleve al "oligopolio o monopolio" de empresas privadas y se garantice el "servicio público" a los ciudadanos.

Por otro lado, la responsable de Política Interacional del PSOE se refirió a la reforma laboral, que pare ponerse en práctica debe contar con "instrumentos concretos", especialmente en nuestro país, donde el paro alcanza el 13 por ciento, frente al 9 de la UE, y en el caso de las mujeres asciende hasta un 18 por ciento, por lo que se mostró escéptica respecto a la posibilidad de alcanzar el pleno empleo en el 2010.

"Me alegro de que la UE nos ayude a alcanzar una cifra más favorable", apuntó, aunque resaltó que para ello es necesario aplicar medids de carácter comunitario, y no sumar las voluntades de cada país, por lo que apostó por aprovechar la entrada en vigor del euro para abordar la verdadera "unión económica", con la unificación de políticas fiscales y presupuestarias.

FALTA DE LIDERAZGO

Asimismo, resaltó la "falta de liderazgo" del presidente del Gobierno, José María Aznar, a la hora de defender la creación del Banco Euromediterráneo, propuesta que se ha quedado en una línea de crédito que no considera "especialmente significativa". Igualmente "simbólico" le pareció el compromiso de dedicar un 0,33 por ciento del PIB a la ayuda oficial al desarrollo. "Nos hemos quedado cortos", señaló, porque los países europeos están "en condiciones de aportar bastante más", y algunos de ellos ya sobrepasan este porcentaje "con mucho", aunque en España no lo alcancemos.

Por lo que respecta a la inversión en investigación y desarrollo, que se acordó incrementar hasta llegar al tres por ciento del PIB, subrayó que "ojalá se consiga avanzar, poque ahora en España sólo se dedica el 0,5 por ciento, una cifra ridícula" en comparación con la media de la Unión, aun teniendo en cuenta que Europa está en esta materia "atrasada" respecto a "economías más competitivas como la de Estados Unidos".