Esta mañana, manifestantes y policía han protagonizado los más duros enfrentamientos, después de que los primeros arrasaran Park Avnue, una de las arterias del centro de Gotemburgo, durante una de las manifestaciones que protagonizan durante estos días por ese mismo recorrido. Decenas de detenidos, en una cifra todavía por precisar, se suman hoy a las 240 personas arrestadas ayer. Los heridos se cuentan por decenas.

Los sucesos comenzaron cuando cientos de anarquistas y militantes de izquierda venidos a la segunda ciudad sueca desde todo el mundo arrancaron esta mañana adoquines de la calzada y los utilizaron como munición contraescaparates de tiendas y restaurantes (entre ellos un McDonald's, símbolo de la globalización para este colectivo).

Además, lanzaron piedras contra los policías a caballo y alguno de los agentes fue arrojado al suelo. Un pequeño grupo de policías ha sido rodeado por manifestantes, que les arrojaron adoquines y petardos.

Al final, han sacado al centro de la calzada las sillas de varios bares y han montado una inmensa hoguera. En ese momento, decenas de policías a caballo o a pié con perros se han anzado a dispersar a los manifestantes, muchos de los cuales iban con la cara cubierta.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, se ha referido en la rueda de prensa a estos sucesos, para señalar que, en democracia, el derecho a manifestarse está reconocido. Simplemente se ha limitado a recordar que esos sucesos ocurren cuando la UE está debatiendo un reto histórico, como es la ampliación al Este, y la "carga de la prueba" de que eso es negativo debería recaer en quienes se oponen a esadecisión.