CUMBRE UE. LOS FUNDADORES DE LA UE AMENAZAN A ESPAÑA Y POLONIA CON FOMENTAR UNA EUROPA DE DOS VELOCIDADES

- Chirac admite "riesgo" de que se consolide el núcleo duro forjado en torno a la defensa europea

- Schröder: Si no es posible un acuerdo en la arquitectura institucional "es inevitable la Europa de las dos velocidades"

- Aznar: "No quiero pensarque nadie vaya a adoptar decisiones" fuera de los Tratados

BRUSELAS
SERVIMEDIA

El fracaso de la Conferencia Intergubernamental (CIG) en Bruselas ha evidenciado la existencia de dos visiones diferentes sobre la fufura Europa, la de los creadores de la Comunidad Europea en 1957, el llamado Club de Roma, como se han encargado de recalcar ellos mismos al término del almuerzo oficial, y el resto. Unos fundadores que han dicho no estar dispuestos a que los demás les marquen el ritmo y ya hablan biertamente de la necesidad de una Europa de dos velocidades.

El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, presidente semestral de la UE, se ha mantenido en su papel de no criticar a ninguno de los 25, en particular España y Polonia por su rechazo al reparto de poder que figura en el borrador de la Constitución, pero el vicepresidente primero de su gobierno, Gianfranco Fini, ha emitido una declaración en la que dice que para un "país fundador" como Italia era "inaceptable" la "rebaja" que se pretede con una Carta Magna sin política institucional.

Una mención a su categoría de socio fundador que viene a enlazar con la afirmación del presidente francés, Jacques Chirac, de que en la ruptura de hoy "ha pesado una cierta diferencia de cultura" sobre lo que significa Europa. Una cultura, la de quienes apoyaban el texto redactado por la Convención presidida por el francés Valery Giscard d'Estaing, básicamente Francia, Alemania, Italia, y los países del Benelux (Bélgica Holanda y Luxemburgo), acompañaos en esta ocasión por Suecia y Dinamarca.

Enfrente, otra cultura, la del bloque de antiguos países del Este, con Polonia y España a la cabeza que, en palabras del ministro belga de Asuntos Exteriores, Jean Louis Michel, bastante enfadado, "han primado sus intereses interiores sobre los europeos".

Preguntado en la rueda de prensa José María Aznar por la posibilidad de que lo ocurrido hoy en la sede de la UE en Bruselas sea el inicio de una Europa de `dos velocidades', la del núcleo duro y los dems, el presidente español ha respondido: "no quiero pensar ni creo que pueda estar en el espíritu de nadie tomar decisiones" fuera de los tratados de la UE. "Conviene respetar los tratados", ha insistido Aznar en su defensa del reparto de poder pactado en Niza en 2000.

En otra sala del Palacio Justius Lipsius de la capital belga comparecía a esa misma hora el presidente francés que, al ser preguntado por lo mismo, decía que durante su visita al Bundestag (Parlamento aleman) en años pasados, habló de lanecesidad de colaboración entre los "grupos pioneros" de lo que es la actual UE.

Hoy ha puesto como ejemplo de ello el acuerdo de defensa con Alemania y Bélgica, embrión del Euroejército, al que se ha sumado el Reino UNido; el Tratado de Schengen, en el que participa España, sobre control de fronteras; o el mismo euro, una moneda que tienen ahora mismo sólo 12 países de los 25 que formarán la futura UE.

"Hay riesgo", admite Chirac, "de que unos vayan más o menos rápidos en este camino común". Sí a dejado claro que si se aceleran esas cooperaciones no se va a poner en cuestión el acervo comunitario y, además, cualquier acuerdo será fiscalizado por la Comisión Europea para verificar que cumple la normativa UE. "Hay que ir con mucho cuidado para evitar la segregación", insistió.

Preguntado Aznar por las repercusiones que va a tener el fracaso de hoy en la negociación, a partir de 2005, de un nuevo reparto de fondos de cohesión, ha señalado que conviene "no mezclar" el debate de los presupuestos omunitarios con la arquitectura política de la UE.

El canciller alemán ha dicho que, tras lo ocurrido, Alemania no va a hacer especial hincapié en distanciar unos socios comunitarios de otros, "pero tampoco va a dejar de trabajar con el Reino Unido y con Francia". De forma tajante, ha insistido en que si quienes se oponen a la arquitectura institucional que consagra el borrador de Constitución, "la Europa de dos velocidades es inevitable". Lo mismo que el primer ministro luxemburgués, Jean Claude Juncer, o el belga, Guy Verhoofstadt.

(SERVIMEDIA)
13 Dic 2003
G