Asimismo, solicita que la UE emprenda una estrategia europea y nacional para combatir todas las formas de racismo y discriminación.

De igual modo, pide que se evalúe la incidencia en materia de derechos humanos de todas las decisiones encaminadas a combatir la inmigración ilegal.

"En definitiva", señala Amnistía, "consideramos que en la lucha contra la inmigración indocumentada no se pueden sacriicar los derechos humanos de los inmigrantes y refugiados".

Recuerda esta organización que, de cara a la Cumbre de Sevilla, la Presidencia española ha convertido la lucha contra la "inmigración ilegal" en el tema prioritario de la agenda.

Ante esta situación, Amnistía hace un llamamiento a los jefes de Estado y de Gobierno allí reunidos para que cumplan sus compromisos internacionales y no sacrifiquen los derechos humanos de refugiados e inmigrantes.

A su juicio, las medidas de control de lainmigración con las que se está construyendo la "Fortaleza Europea" están poniendo en peligro a los refugiados políticos, que huyen de violaciones de derechos humanos, al impedirles llegar a Europa y pedir asilo. Persiste la idea de que se abusa a gran escala del sistema de asilo para entrar en Europa, pero el número de solicitudes de asilo en la UE ha caído de 675.460 en 1992 a 384.530 en el 2001, de acuerdo con datos de la ACNUR.