Almunia arremetió contra el pesimismo manifestado por el Partido Popular (PP) al cuestionar la capacidad política de Felipe González para conducir la Presidencia Europea y por decir que el jefe del Ejecutivo asumió esta responsabilidad simplemente como una excusa para alargar la legislatura.

"Un país como España", indicó, "no se merece, a finales del siglo XX, esta visió ceniza y pesimista de sus propias posibilidades, ni tiene por qué resignarse ante la cortedad de miras de algunos de sus representantes políticos".

El jefe de los socialistas en el Congreso, que contrastó la actitud de los populares con los elogios vertidos por los principales dirigentes europeos a la Presidencia Española, quiso dejar claro que "el éxito de este Consejo Europeo, aunque a unos pocos les deje un sabor amargo, es un activo para nuestro país".

El portavoz socialista dijo que a parti de la "cumbre" de Madrid empezarán a definirse los perfiles de la Europa del próximo siglo y subrayó que posiblemente ninguna otra presidencia habría podido establecer en tan poco tiempo acuerdos tan importantes como los firmados con Marruecos y Mercosur, a la vez que se celebraba con "resultados inmejorables" la Conferencia Euromediterránea.

SOLIDARIDAD CON LOS DEBILES

"Pensamos que nuestro bienestar como país", agregó, "no debe edificarse contra el bienestar y los intereses del resto del mundo, sno que tienen que estar basados en la mutua cooperación y, cuando proceda, en la solidaridad con los más débiles".

En su opinión, otro de los logros del Consejo de Madrid fue el consenso alcanzado en torno a la moneda única y al comienzo en 1999 de la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria.

Almunia aseguró que frente a quienes piensan que esta opción encierra "trampas" y comporta "sacrificios estériles", sin aportar ventajas para la vida cotidiana de la gente, el Grupo Socialista cree que"hay que hacer todo lo posible para no faltar a la cita de la moneda única".